PALCO PREMIER

Jorge Luis Telles Salazar

 

En tanto que el gobernador de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, ya dio la bienvenida al beisbol profesional de la Liga Mexicana del Pacífico, el de Sinaloa, Mario López Valdez, mantiene encendida la llama de la esperanza y se auto fijó un plazo fatal para dar a conocer su posicionamiento definitivo, respecto a la mudanza de los Algodoneros de Guasave a la perla de Occidente. Dicho plazo fenece el 23 del presente mes. No sabemos cual o cuales sean las razones de la fecha; pero así quedó establecido de parte del jefe Poder Ejecutivo Estatal.

Y mientras el tiempo ha comenzado a correr de manera inexorable, en la ciudad de Guadalajara el mandatario tapatío celebra el regreso de la pelota de primer nivel y reitera todo el respaldo de su gobierno al equipo Charros de Jalisco, que no es otra cosa que los Algodoneros de Guasave, cuyo ciclo, por lo que se ve, ya feneció irremediablemente.

Hace dos años, semanas más, semanas menos, el club albiceleste vivió una situación similar, al concretarse aparentemente un traspaso a Tijuana, exactamente por las mismas razones: las pérdidas económicas que el dueño mayoritario de la franquicia, Jaime Castro, ya no estaba dispuesto a soportar. El asunto se ventiló en una junta ordinaria de la Liga Mexicana del Pacífico y los dirigentes del circuito invernal autorizaron el cambio hacia la frontera con California.

Sin embargo, el gobernador López Valdez intervino de manera decidida; logró salvar la franquicia y los Algodoneros siguieron en Guasave.

MaLoVa, ciertamente, se arropó esa vez con la túnica de héroe; pero quien pagó los platos rotos fue la directiva de la Mexicana del Pacífico – encabezada por el sonorense Omar Sandoval – a quien le dijeron de todo en Tijuana, por lo que se consideró una elemental falta de seriedad, al romper un trato ya finiquitado. Y razón no les faltaba a los empresarios fronterizos, los que tuvieron que conformarse con seguir en la Liga Norte de México y ahora en la Mexicana de Verano a la que regresaron de nueva cuenta.

Aquella vez, el gobernador sinaloense hizo una gran labor de cabildeo con los presidentes de los otros siete clubes – MaloVa, como usted sabe, es gente de beisbol y no dude usted que tras concluir su periodo como gobernador del Estado busque la presidencia de la Liga Mexicana del Pacífico, tal y como lo hizo, en su momento, el ingeniero Renato Vega Alvarado -; ofreció su apoyo y comprometió el de la administración municipal, al tiempo que encabezó personalmente una gran manifestación en Guasave.

Logró finalmente su propósito; pero todo parece indicar que su empeño no le va a alcanzar para una hazaña similar. Hay algo adicional: el orgullo herido de López Valdez, a quien la directiva del circuito invernal no le corrió la cortesía de hacerle llegar puntualmente la información, de tal modo que se enteró de esto a través de los medios electrónicos de comunicación. Concretamente por conducto de las redes sociales.

¿Qué hará MaLoVa de aquí al 23 de los corrientes, en su intento de revertir el fallo de la Liga Mexicana del Pacífico?

En primer lugar, convencer a los presidentes de los otros siete clubes a que den marcha atrás, ante lo que la franquicia representa para la ciudad de Guasave; en segundo, implementar una estrategia de apoyo oficial en colaboración con el presidente municipal, Armando Leyson Castro; en tercero, tratar de entusiasmar a la gente de dinero del valle del Petatlán para que le entren a la sociedad y en cuarto, impulsar a los aficionados para que no dejen solo ni al gobierno ni a los empresarios y pueda seguir el beisbol en aquella ciudad.

Insistimos: no será tarea fácil; pero, en fin. De peores camas se ha levantado MaLoVa, como dicen por ahí.

Pendientes.

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Y bueno.

La verdad de las cosas, hay algo de índole sentimental que nos une a Guasave; pero, esta vez, no creemos que exista una solución.

Y es que hay esto: en el ya poco probable caso de que surja por ahí un remedio mágico, revertir una decisión ya tomada impactará en perjuicio directo de la seriedad que debe tener una organización – ya consolidada como empresa ganadora – como lo es la Liga Mexicana del Pacífico, avalada por el beisbol organizado e integrante de la Confederación de Ligas del Caribe.

Si ya hace dos años, esa seriedad fue severamente cuestionada por la gente de Tijuana y mucha otra que le echó más leña al fuego, imagínese lo que sucedería ahora, con una afectación de esta índole a un sólido grupo empresarial de la ciudad de Guadalajara.

Imagíneselo, efectivamente.

Allá, en Guadalajara, ya no hay vuelta de hoja. Ya comenzó a trabajarse, inclusive, en la rehabilitación de un parque que formó parte de la infraestructura de los pasados Juegos Panamericanos y de aquí a octubre será un estadio para beisbol con toda la barba, con una capacidad para 10 mil aficionados, por lo pronto.

Y ya se busca, del mismo modo, como fortalecer al equipo, de tal modo que pelee de manera determinada por el campeonato de la próxima temporada.

Si. No será nada fácil; pero, en fin.

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Mientras.

Aquí en Culiacán, el secretario de Desarrollo Económico del Gobierno del Estado, Moisés Aarón Rivas Loaiza – obvio, por indicaciones del gobernador López Valdez – refuerza al presidente municipal de Culiacán, Sergio Torres Félix, en su tarea de convencer de un desestimiento al grupo de personas que obstaculizan la continuación de los trabajos de lo que será el nuevo estadio de beisbol para la capital de Sinaloa.

La decisión de la autoridad competente se ha aplazado una y otra vez y el tiempo sigue su marcha. De un momento a otro, la obra, que ya muestra avances notables, será suspendida por tiempo indefinido. Ya no habrá para donde, simplemente.

El juez se ha reservado su fallo.

Y los inconformes, han acrecentado sus demandas, cuyo cumplimiento exigen para retirarse del juicio y ponerle, en automático, punto final a este proceso legal.

Ya está decidido, lo hemos comentado anteriormente, que la próxima temporada de la LMP se jugará en el viejo parque porque en el nuevo ya no será posible. Y si mucho me apura, ahora ya no es esto lo que apremia, sino ¿qué pasará para la temporada 2015-2016, justamente cuando los Tomateros de Culiacán celebren su cumpleaños número 50 en el poderoso circuito invernal?

Pues ya veremos.

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