LA TERTULIA SABATINA DEVIENE REUNIÓN CONSULTIVA Y DELIBERANTE.

Jaime Sinagawa Montoya

       En el restaurant campestre “El Miradero”, a la orilla de la carretera que va a Culiacancito, kilómetro 7.5 en La Higuerita, desde hace 7 años todos los sábados llueva, truene o relampaguee tiene lugar un desayuno de amigos de diversa filiación política e ideológica y profesional: abogados, ingenieros, médicos, periodistas,  comerciantes, profesores, etc.  del   cual es el gurú máximo nuestro respetado y querido amigo, el prestigiado periodista y editor Mario Montijo de la Rocha.

A esta mesa redonda tradicional acude un invitado de honor que puede ser un político, un funcionario, un escritor, un periodista, un articulista, un empresario, un artista, etc. y la llamamos “La Tertulia”. En ella los comensales discutimos con entera libertad sobre todos los temas habidos y por haber, profanos y divinos. Y la página respectiva ha llegado a tener en Facebook hasta ocho mil visitas.

Como quien dice, con una taza de café en la mano y las meninges cerebrales  fosforeando, componemos el mundo y luego lo descomponemos.

 

Este pasado 23 de julio, el invitado especial de La Tertulia fue el presidente electo de Culiacán, el ingeniero Jesús Antonio Valdés Palazuelos, nuestro popular Chuy Valdés, quien asumirá el cargo el 1º de enero de 2017.

Fueron casi tres horas de conversación intensa, de “lluvia de ideas” en que Chuy Valdés mostró sus tablas, su agilidad mental y su sólido conocimiento de la problemática del municipio de Culiacán. Con suma humildad que lo enaltece, tomó nota de las proposiciones y sugerencias de los contertulios que, de no ser por la grata presencia de Velina Medina, futura Coordinadora de Comunicación Social del Ayuntamiento, habría sido como el “Club de Tobi”, es decir puros machines rines. Esta vez, fungió como acertado moderador el profesor, historiador y editor Nicolás Vidales Soto.

En una síntesis de los temas abordados, el anfitrión Jorge Aragón, nuestro pintoresco “Maripas”, hizo un planteamiento de tinte kennediano: que los tiempos que se vienen de escasés y recortes presupuestales,  obligan a convocar a la ciudadanía a que no se pregunte que provecho puede sacar de Culiacán, sino que se pregunte que beneficio puede aportar a la comunidad culiche.

 

El ingeniero químico y distinguido profesor politécnico Jesús Antonio Castro García, expuso a Chuy ideas sumamente pertinentes y factibles respecto a lo que el gobierno municipal puede hacer en pro del mejoramiento en la educación de niños y jóvenes.

El dinámico y valiente corresponsal de Televisa, Enrique Gil Vargas y el arquitecto urbanista Jesús Aragón argumentaron sobre cuáles son los lineamientos a seguir en tres asuntos vitales para la ciudad, como son la seguridad pública, los inaplazables problemas de la vialidad y transporte público y el mantenimiento de parques y jardines.

El doctor Fernando Armienta y el licenciado Pablo Gastélum complementaron sus criterios en un tema de alcance nacional y palpitante actualidad: la monstruosa corrupción en los tres niveles de gobierno, y los poderes Legislativo y Judicial, que no es coyuntural sino estructural y que requieren con urgencia medidas enérgicas de control, transparencia, fiscalización y sanción penal.

El ingeniero agrónomo y destacado musicólogo Rubén Rubio Valdez, fundamentó con bases históricas, culturales y politológicas la propuesta de cambio del nombre a la avenida Álvaro Obregón a fin de que  pase a denominarse avenida Eustaquio Buelna. El ingeniero Rubio sonó documentado y convincente, y Chuy lo escuchó con atención y tomó nota.

Por supuesto, también se trató el tema del crecimiento descomunal de la deuda pública, pero siempre y en todo momento el ingeniero Valdés explicó cuáles son las soluciones estratégicas de los problemas más complicados y álgidos que enfrenta Culiacán.

Por limitaciones del espacio, es imposible reseñar aquí todo el contenido de este interesante diálogo de personas preparadas, de buena fe, que amamos y queremos a Culiacán, porque aquí nos tocó nacer  y vivir desde que era un rancho grande  con estación de ferrocarril y treinta  mil habitantes.

El presidente electo Chuy Valdés, hizo hincapié en que el actual alcalde Sergio Torres ha avanzado todo el tramo inicial en la gestión de los proyectos ejecutivos relacionados con las instancias federal y estatal, como el magno y ambicioso proyecto relativo a la Zona Metropolitana Culiacán-Navolato y los trámites que posibilitan la fluidez de recursos e inversiones, en las obras públicas que necesita Culiacán y que son impostergables.

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