NUEVO COMPLOT CONTRA LA JUBILACIÓN DINÁMICA

Atacan a la UAS con información distorsionada

Jaziel Trasviña Osorio*

Los peores enemigos y opositores al desarrollo de la Universidad Autónoma de Sinaloa no son ignorancia, enajenación e intolerancia; son los radicales de derecha o izquierda, los reaccionarios y aparentes justicieros, los iluminatis y “exquisitos”, que se sienten “elegidos”, selectos y privilegiados.

Son los falsos líderes de opinión, apócrifos dueños de la verdad, que descargan su ira, sus fobias, en la UAS. Son los difamadores y simuladores que dicen respetarla y la agreden y denigran; los que dicen defenderla y la atacan e intentan debilitarla.

Los peores opositores al crecimiento de la nueva Universidad son los que hablan de apoyarla y acaban por socavarla, todo en aras de sacar ventajas a sus muy particulares intereses políticos, económicos o sociales.

Sobre la UAS se cierne una nueva amenaza. Primero fue una conspiración para acabar con el Fideicomiso de la Jubilación Dinámica. Lo lograron. Ahora el complot busca acabar con la “jubilación dinámica” misma y negar el acceso a miles de jóvenes a las preparatorias de la Universidad.

En la asonada contra la UAS figuran los mismos personajes de siempre: Los que reventaron el Fideicomiso de la Jubilación Dinámica y los que vivieron “a cuerpo de rey” con el viejo esquema “académico”-administrativo-financiero de la institución. Quienes añoran el retorno al caos y el rapiñaje.

 

LA VERDAD QUE NOS LACERA

 

Dato 1.- Los jubilados de la Universidad Autónoma de Sinaloa reciben dos pensiones: la otorgada por el Instituto Mexicano del Seguro Social y la de la UAS. La de la Universidad es el salario completo, pago de vacaciones y hasta aguinaldo, que reciben los jubilados como si estuvieran en activo. Se le conoce como “jubilación dinámica”.

Dato 2.-.- La prestación económica o “jubilación dinámica” deriva de un Contrato Colectivo de Trabajo” que data del periodo rectoral del comunista Eduardo Franco, quien llegó a la rectoría de la UAS el 8 de junio de 1977, con la Coalición de Fuerzas Democráticas, Progresistas y de Izquierda, para el periodo 1977-1981.

Dato 3.- La SEP y la SHyCP rechazan el pago de la “jubilación dinámica”: sostienen que los recursos que se canalizan a la UAS son única y exclusivamente para cubrir pagos a trabajadores en activo y para otras necesidades propias de la Universidad, no para prestaciones extralaborales, menos para cubrir pensiones o jubilaciones, cuya responsabilidad recae en el IMSS o en el ISSSTE.

Paradójicamente, son algunos beneficiarios, los menos, un grupúsculo reducido, beneficiario del pago de la “jubilación dinámica”, que orientados por la “oligarquía periodística”, se han volcado contra la UAS, difamándola, atacando a sus autoridades y a quienes tuvieron la visión de rescatar y construir una universidad modelo.

Dato 4.- La SEP y la SHyCP consideran irregular sostener el pago de la infraestructura física y humana de las preparatorias. No las contemplan en el suministro del presupuesto a la UAS.

Cíclicamente, todos los años, al cierre de los estados financieros administrativos, la UAS recibe de la Auditoría Superior de la Federación  observaciones en torno a las preparatorias y desliza sugerencias para que se deje de pagar la “jubilación dinámica”. La ASF ha sido reiterativa en calificar de irregular y en ocasiones califica como desvío el uso de los dineros destinados a cubrir esta prestación.

 

EL RESCATE DE LA UNIVERSIDAD

 

Durante el periodo 2005-2009 la Universidad Autónoma de Sinaloa vivió en una estira y afloja. Héctor Melesio Cuén Ojeda ocupó en el 2005 la rectoría en medio de una aguda crisis contable-financiera-institucional. El caos reinaba en la UAS. Los grupos internos se disputaban el control de preparatorias, escuelas y facultades y el reparto del presupuesto, dejando a último plano el quehacer académico.

Universitarios y ex universitarios que se decían “izquierdas” usaban a los alumnos como carne de cañón, embriagándolos, ofreciéndoles “nochadas” o carnes asadas, “regalándoles” dinero o calificaciones; amafiados con grupos del PRI y del gobierno estatal, ordeñaban el presupuesto universitario, ocasionándole quebrantos tras quebrantos.

La infraestructura física de la UAS semejaba un gigantesco muladar. El ausentismo laboral y la falta de certificación académica desacreditaban la función universitaria.

Héctor Melesio Cuén llegó a la Rectoría de una UAS colapsada, saqueada. El ex rector Gómer Monárrez González, de corte priista, le heredó una universidad usada por el PRI para fines electorales, bajo acuerdos con los grupos de izquierda, que lo mismo tejían negocios al interior de la Universidad, que recibían migajas económicas o electorales, vía PRD, del PRI o del gobierno estatal en turno.

El saqueo de la UAS se registraba principalmente en cinco ejercicios: 1.- Las kilométricas campañas internas en preparatorias, escuelas y facultades y la elección del Rector, jornadas que le costaban un “ojo” de la cara” al alma mater. 2.- A través de un ejército de “aviadores”; 3.- Despachos de abogados que fabricaban demandas para sacarle dinero por “indemnizaciones laborales” a la UAS; 4.- Proveedores “fantasmas”; 5.- Pago de campañas externas y uso de la estructura humana universitaria a favor del PRD, en negociación con el PRI, no para alcanzar triunfos electorales que favorecieran a la UAS, sino para servir de paleros del tricolor.

Antes de Cuén, periódicamente faltaban recursos para cubrir los salarios  y otras prestaciones a académicos, administrativos y trabajadores de confianza, por lo que se registraban paros, marchas y plantones o tomas hasta de la  propia Rectoría. Adicionalmente, del presupuesto UAS se usaban y usan todavía recursos para el pago de la “jubilación dinámica”.

Héctor Melesio Cuén ordenó una profunda investigación para ubicar y procesar a los responsables de los saqueos y giró instrucciones para implementar una reingeniería financiera-administrativa y académica, generando una reacción furibunda de las mafias universitarias, tradicionalmente amamantadas con el presupuesto universitario.

A los pocos días, fue asesinado el director de la Asuntos Jurídicos de la UAS, Enrique Ávila Castro, quien investigaba un desvío de recursos que implicaba varios millones de pesos y el otorgamiento irregular de 300 plazas sindicales.

El cuerpo de quien fue director de Asuntos Jurídicos de la UAS fue localizado debajo de un puente de la carretera internacional México 15, en el municipio de San Ignacio, con varias lesiones en el cuerpo y traumatismo craneoencefálico.

El crimen aún permanece impune. Inexplicablemente la Procuraduría de Justicia de Sinaloa “congeló” la investigación en torno al asesinato.

Sin embargo, el homicidio no paró el proyecto de rescate de la UAS, que cargaba otro problema que adquiría ya rangos de gravedad desde el periodo rectoral de Jorge Guevara Reynaga (1997-2001): El pago de la “jubilación dinámica”.

1.- La SHyCP y la SEP negaban el presupuesto a la universidad porque carecía de un sistema contable-administrativo confiable. Las autoridades hacendarias exigían también la cancelación de la “jubilación dinámica”.

2.- Después del diálogo, la SEP y la SHyCP ofrecieron dos opciones para la entrega del presupuesto: la desaparición de la doble pensión o crear la figura del fideicomiso para, con aportaciones adicionales del gobierno federal, las autoridades universitarias y los trabajadores continuar con el pago de la sobreprestación

Héctor Melesio Cuén se solidarizó con los jubilados y la UAS: optó por la creación del fideicomiso para garantizar el pago de la “jubilación dinámica”.

3.- La SEP y la SHyCP comunicaron a Héctor Melesio Cuén, en calidad de nuevo rector, que las nuevas reglas del juego para las universidades del país era elevar la calidad de la planta de maestros y los métodos de enseñanza-aprendizaje de los alumnos; evaluar y certificar académicamente todos los planteles para poder tener acceso a los recursos federales.

4.- El propio Héctor Melesio Cuén pidió a las autoridades que le practicaran auditorías y le realizaran balances periódicos para evaluar el rescate y avance de la UAS.

El Fideicomiso creado por Héctor Melesio Cuén Ojeda otorgó viabilidad al pago de la “jubilación dinámica” por 20 o 30 años. Cuén es el hacedor de una nueva Universidad que ha alcanzado la cumbre académica. Una institución que goza del prestigio y el reconocimiento de la comunidad académica y científica nacional e internacional

No obstante, al cierre de su administración, un grupo de universitarios y ex universitarios, que vieron en la desaparición del Fideicomiso un negocio redondo, comenzaron a sembrar la semilla de la duda en torno al monto y destino de sus recursos.

Los ataques fraguados contra la Universidad y la administración de Cuén se enderezaban principalmente en los medios de la ultraderecha, refugio de ex universitarios y universitarios beneficiarios de la “vieja UAS”, la de la antiacademia y el saqueo.

Para despedirlo como rector, el caricaturista Gilberto Ceceña Nuño, dueño a la vez de una agencia de publicidad, prácticamente culpó Cuén Ojeda en sus “Cizañas de Ceceña,  de haberse robado el Fideicomiso, en venganza por no haberse dejado doblegar y por negarse a firmar un contrato de impunidad con su agencia.

Ceceña fue conminado a aportar pruebas de su acusación caricaturesca y nunca las entregó.

Luego, a la luz de la opinión pública, salió a flote que el Fideicomiso no había sido tocado. Que gozaba de solvencia para sostener el ritmo de la “jubilación dinámica”, lo cual lo hacía más atractivo para agitadores del PRI y del PRD y de ex universitarios ávidos de dinero fácil que comenzaron a arreciar sus ataques buscando su desaparición.

La asonada claramente tenía como propósito. 1.- Desaparecer el Fideicomiso para ganar dinero, con el reparto de comisiones, a favor de los dueños de despachos jurídicos y activistas del movimiento anti-Fideicomiso, comisiones de las aportaciones que le correspondían a los trabajadores. 2.- Desacreditar a la UAS y a sus actores políticos, principalmente a Héctor Melesio Cuén Ojeda, Víctor Antonio Corrales Burgueño y Juan Eulogio Guerra Liera, los tres últimos rectores autores del rescate y modernizacion de la Universidad.

El plan era también desestabilizar para crear coyunturas para el regreso de la “vieja UAS”, la del desmadre.

El Fideicomiso para la Jubilación Dinámica desapareció en el 2016. La UAS regresó sus aportaciones a los jubilados y a maestros, administradores y personal de confianza en activo. La cancelación generó millonarias ganancias al grupo que la promovió, pero dejó sin argumento sólido a la UAS para justificar ante la SEP y la SEPyC el pago de la “jubilación dinámica”.

Aun así, la Universidad sigue cumpliendo y pagando el salario completo, vacaciones y aguinaldo, a los jubilados como si estuvieran en activo.

 

LAS OBSERVACIONES DE LA ASF

 

Ya es cíclico. Periódico. Como cada cierre de fin de año, la Auditoría Superior de la Federación, con vista a la SHyCP, envió, tras la práctica de una auditoría, varias observaciones al ejercicio fiscal-contable-administrativo del 2015 de la Universidad Autónoma de Sinaloa.

Las observaciones fueron del orden de los mil 529 millones de pesos, que de inmediato fueron aclaradas y solventadas. La UAS recibió en respuesta de las autoridades federales cartas en las que dejaron claro que la institución cumplió cabalmente con la documentación que justifica el uso de esos recursos.

Como es costumbre, los falsos dueños de la verdad, “exquisitos” e “iluminados”, los peores enemigos de la UAS, usan las observaciones de la ASF para desacreditar a la UAS, calificándolas de desvíos o desfalcos. El caricaturista Gilberto Ceceña Nuño las caricaturizó, satirizándolas, sembrando la sospecha.

Cierto: La ASF volvió a considerar como una irregularidad el uso dinero del presupuesto de la UAS en el pago de la “jubilación dinámica” y no reconoció, otra vez, la canalización de recursos para la operación  de las preparatorias, pero tras la aportación de documentos y una serie de pláticas, en la que participó la ANUIES, la “confusión” se aclaró.

La ASF y la SHyCP determinaron que no hay daño patrimonial a la Federación ni a la Universidad.

Cuando todo está aclarado, aparecen de nuevo los opositores a la UAS, los que parasitaron de la “vieja Universidad”, con su propia “auditoría periodística”,  y por enésima ocasión les mienten a los sinaloenses, intentando generar confusión.

Como si se tratara de la “vieja UAS”, de la que abrevaron y añoran el retorno, en los tradicionales artículos dominicales antiUAS, publicados por el medio de la oligarquía sinaloense, considera que “los malos manejos administrativos podrían pegar a todos y lo preocupante es que la Universidad puede entrar en una espiral de mayor deterioro donde resulte peor el remedio que la enfermedad”.

Llaman sí, compañeros universitarios, malos manejos al sostenimiento de las preparatorias y el pago de la jubilación dinámica que llevaron a la ASF a emitir las observaciones del 2015.

Orientan sus ataques por las observaciones que ya fueron solventadas; ocultan el no quebranto de la UAS y deslizan sus críticas por el uso del dinero para el funcionamiento de las preparatorias y por cubrir el monto de la “jubilación dinámica”, que rebasa al año los más de mil 400 millones de pesos anuales, y pretenden que se finquen responsabilidades penales y administrativas contra las autoridades de la UAS por la defensa de la propia UAS, las preparatorias y los jubilados.

Pese a que ya quedó aclarado el porqué de las observaciones y en que se usa el dinero, insisten en sembrar la duda y señalan que la pregunta que asalta es qué fue lo que provocó que la Federación hayan dejado de lado la indiferencia que habían tenido por más de una década para denunciar el desvío de recursos en la UAS.

Olvidan que indiferencia no es auditar. Y la UAS es auditada por la ASF y la ASE y otros despachos contables externos, año tras año. Los  desvíos existen únicamente en la mente calenturienta de los enemigos de la institución

Pero sacan el cobre: a leguas se les nota que su deporte favorito es servir al PRI y al gobierno y atacar al grupo que entró al rescate de la Universidad, el cual goza de un amplio consenso dentro y afuera de la institución, elevándose como una corriente fuerte, sólida, con voz y voto en el Congreso del Estado y en los ayuntamientos de Sinaloa.

Sin empacho y amargura ubican sus desvaríos y su “auditoría” en la perspectiva del 2018 y reconocen que “35 años después, la situación ya no es la misma. La UAS no tiene el romanticismo y la militancia de aquellos años. La gran mayoría de profesores y estudiantes  ahora duermen el sueño de los justos….”.

Se lanzan contra la UAS porque en ella converge un nuevo partido, el PAS, con el que no comulgan, llamándola Universidad-Partido, trayendo a la memoria cuando la institución estaba en manos del PSUM y el PRD o el PRI (en el caso de Gómer Monárrez).

Y le niegan el rango de Universidad-Academia, reconocida así por organismos nacionales e internacionales, por sus fortalezas estructurales y sus programas de alta calidad.

Atacan  a Héctor Melesio Cuén Ojeda y reflejan sus temores de que haga una alianza con Morena, lo que demuestra la definición del grupo de Manuel Clouthier, Jorge del Rincón y Rafael Morgan Ríos, en la línea antilopezobradorista, todos. En ese grupo se han refugiado “los escritores” enemigos de la UAS.

La consigna de la oligarquía es difamar y difamar a la UAS. Inventar infundios. Atacar al rector por su reelección y por el apoyo público nacional e internacional que recibió Juan Eulogio Guerra Liera, respaldos que por ningún motivo deberían permanecer ocultos.

La consigna para es difamar a Cuén por los riesgos que representa para los intereses de la oligarquía que atenta contra la Universidad Pública. Por los riesgos que significa que esté al frente de una opción política diferente al PAN, PRI, Nueva Alianza, PVEM y PRD.

El invento de que se podría ir en alianza con Morena en el 2018 refleja los temores a la fuerza política alcanzada por Cuén.

¿Qué va a pasar si las presiones de los conspiradores rinden frutos y se  elimina la jubilación dinámica? ¿Qué pasaría con los jubilados que no tienen otros ingresos? ¿Qué pasaría con las preparatorias?

 

*Jaziel Trasviña Osorio

Secretario de Prensa y Propaganda

SUNTUAS-Administrativos

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