PUENTE NEGRO

Al César lo que es del César. 
¡A pagar! 
Por Guillermo Bañuelos

Aun cuando se trata de uno de los temas más impopulares y espinosos en el contexto de un proceso electoral, Quirino Ordaz Coppel dio el paso al frente y puso en operación el Sistema de Administración Tributaria del Estado de Sinaloa, el SATES por sus siglas.

¿Valiente? Lo que es, es.

La decisión de Quirino Ordaz apunta hacia un éxito en materia de recaudación, uno de los puntos más débiles de la administración estatal a lo largo de todos los sexenios, si consideramos que el aparato burocrático estatal –en lo sucesivo- se apoyará en las prácticas más eficaces y en la plataforma tecnológica del mismo Sistema de Administración Tributaria (SAT), que en 21 años de vida logró incrementar de 38 a 68 millones de contribuyentes.

Como toda acción oficial que pretenda cobrar más impuestos, ésta (la creación del SATES) podría encontrar también algunas o muchas resistencias, e incluso convertirse en tema de campañas.

No obstante, dígase que no implica el cobro de nuevas contribuciones, sino la recaudación eficiente y justa de los impuestos que ya existen en Sinaloa.

No es secreto que miles de sinaloenses hacemos maroma y teatro para evadir el pago de lo que corresponde al César (al Estado).

Si no lo creemos, veamos el caso del impuesto predial en el municipio de Culiacán, donde miles de propietarios de inmuebles adeudan miles de millones de pesos desde hace muchos años, mientras el ayuntamiento sobrevive a duras penas el endeudamiento contraído por la misma causa: los bajos ingresos.

El gobernador Quirino Ordaz reconoció hoy durante el acto de firma de convenio entre su administración y el titular del SAT, Osvaldo Antonio Santín Quiroz, que una de las principales debilidades de la administración estatal a lo largo de los sexenios es la baja recaudación, a consecuencia de la ineficiencia de los recaudadores o de la existencia de sistemas deficientes de cobranza.

Luego citó  Quirino un dato que debe apenar a los sinaloenses, sobre todo cuando nos gana el orgullo regionalista y criticamos a los chilangos desde nuestra ignorancia por ser los de CDMX quienes  “se comen todos nuestros impuestos”.

Vea usted: de cada 10 pesos que se invierten en Sinaloa, únicamente 1 peso corresponde a ingresos propios, mientras el 90% proviene de la Federación.

Para dar pena, ¿no?

Como que es hora ya de pagar lo que nos corresponde.

Lo contrario: vivir del gobierno, quedó atrás, ¿no?

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