Hace cosa de una semana, una temporada más de las Grandes Ligas llegó a su fin, con una Serie Mundial que fue esperada por muchos, e incluso catalogada como la “Final Ideal”, el mejor béisbol del mundo entra en su conocido receso de fin de año, cargando baterías para lo que se viene en febrero del 2019.
Sin muchos, y con una justicia innegable, los Medias Rojas de Boston, el mejor equipo de la temporada, se alzó como Campeón tras vencer sin muchos apuros a los Dodgers de Los Ángeles, equipo que, por segundo año consecutivo, cae derrotado en su propio estadio y se queda en el dogout viendo como el rival se alza con el título.
Una temporada perfecta para los Bostonianos, con un récord de 108 ganados y 54 perdidos y sin un hueco aparente en su roster, donde absolutamente todos podían batear y definir un encuentro que lucía complicado; y qué decir de los lanzadores, cuando parecía que el bullpen sería la principal flaqueza del equipo, sacaron a relucir el mejor récord de todas las Grandes Ligas, y sin problemas, definieron su campeonato en cinco partidos.
Hablando de lo sucedido en el terreno de juego, a juzgar por lo demostrado en las Series Divisionales y de Campeonato, parecía que Los Ángeles daría más pelea en el Clásico de Otoño, sin embargo, un sinfín de decisiones desatinadas durante la Serie Mundial, cortesía del mánager, Dave Roberts, le facilitaron el trabajo a los Medias Rojas.
Alex Cora, entrenador campeón, jugó una Serie Mundial perfecta, sin errores, y siempre siendo agresivos, jugando al béisbol pequeño y buscando la base extra cuando existía la oportunidad; aunado a ello, Cora solamente tuvo un pestañeo durante la Serie por el título, sin embargo, recibió gran ayuda de su contrincante, quienes no supieron manejar esa ventaja recibida.
Es así como los Medias Rojas se alzan campeones por cuarta ocasión en lo que llevamos del nuevo milenio, rompieron la “Maldición del Bambino” en 2004 ante Cardenales, se coronaron por barrida en 2007 sobre los Rockies, en 2013 derrotaron sin apuros a los Cardenales por segunda ocasión, y, finalmente, un nuevo título, esta vez, ante los Dodgers de Los Ángeles.
Por su parte, Dodgers, debe cargar con la pesada losa de perder el “Clásico de Otoño” por segundo año consecutivo, cierto, llegaron bastante lejos tras tener un arranque de temporada sumamente complicado, aunado a las lesiones y bajas de juego de algunos peloteros, pero al final, el envión anímico les alcanzó para alcanzar la Final, aunque no fue suficiente para poder imponerse a un equipo tan compacto como Boston.
Sendos errores mentales y de manejo por parte de su manager, Dave Roberts, fueron los que hundieron a los Californianos durante la Serie; una confianza ciega en tres lanzadores que nunca dieron el ancho, así como decisiones precipitadas en cambios a la ofensiva son algunos ejemplos del porqué Los Ángeles volvió a perder una Serie Mundial, y todo indica que tal vez, solo tal vez, el problema esté en la dirección del equipo y no en los jugadores.
Veremos varios rostros salir de California con rumbo a nuevos equipos, a varios peloteros se les acabó su ciclo con la casaca azul, y así como algunos se van, seguramente veremos nuevos peloteros de élite con la gorra de Los Ángeles, aspecto importante, sin embargo, y a juicio personal de su amable analista deportivo, no habrá un cambio verdadero si el estratega sigue siendo Dave Roberts.
Sin quitarle reflectores a los Medias Rojas, reiteramos la sincera felicitación a la nutrida afición de los Patirrojos, fueron los mejores todo el año y ganaron bien.
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Brincando a nuestro béisbol, Tomateros de Culiacán tomó una decisión polémica, para algunos apresurada, pero para otros llegó justo a tiempo y con amplio margen de maniobra en caso de que los resultados sigan sin presentarse.
Lorenzo Bundy, quien llegó con gran cartel y con muchas expectativas de hacer caminar a un equipo armado y campeón, fue cesado de su cargo el sábado pasado luego de cosechar resultados negativos, los cuales, hasta el momento de su cese, tenían a los guindas en el fondo del standing, con tres series perdidas de manera consecutivas, e incluso, con un total de cuatro partidos perdidos al hilo.
La directiva campeona no se tentó el corazón y decidió apagar el fuego mucho antes de que se propagara y fuera incontrolable, dejando en el cargo a Robinson Cancel, quien, por cierto, logró sacar una serie sumamente complicada ante Charros de Jalisco, equipo que, hasta el fin de semana pasada, ostentaba el liderato de la Liga en solitario.
Culiacán sufrió este primer mes la ausencia de sus peloteros más importantes, casos como: Ramiro Peña, Sebastián Elizalde y Anthony Vázquez que recientemente consiguieron el campeonato con Sultanes de Monterrey, no pudieron reportarse desde el inicio de campaña; sin duda, baluartes del equipo guinda y que le darán un empujón al nivel de los Tomates.
Cancel ya fungía labores en el equipo guinda como coach en las bases, por lo que ya conoce las debilidades y fortalezas del actual campeón, y, de entrada, ha iniciado con el pie derecho su gestión, veremos qué cuentas consigue en su visita a Hermosillo de esta semana.
Pendientes al caso.
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Con esto nos despedimos, le deseamos una excelente semana y nos leemos pronto.
Hasta la próxima.