
Octavio Valdez
Al día de hoy están instaladas en México 2000 empresas alemanas, con 150 mil empleados, que aportan al Producto Interno Bruto (PIB) del país aproximadamente 8 por ciento. En los últimos 30 años la aportación de Sinaloa al PIB nacional anual ha rondado entre el 2.1 y el 2.3 por ciento, teniendo al día de hoy una población de alrededor de 3 millones.
La comparación es claramente injusta ya que 8 por ciento es más o menos lo que aporta al PIB nacional una entidad como Nuevo León, mucho más industrializada que Sinaloa y las 3 millones de personas a las que hago referencia incluye población no activa en lo económico, pero su estancamiento se hace evidente al observar su aportación casi invariable al producto interno nacional.
Ya que si bien los últimos años se ha dado un crecimiento en el sector terciario (servicios) representando el 64.8% (2021) del PIB estatal, debido en mayor medida al ramo hotelero y de atención al turismo, este no representa un tamaño significativo para el país siendo uno de los más pequeños. Por su parte los productos del sector primario han decrecido en su aportación al PIB total del estado y en el historial han tendido a perder valor en el mercado, tanto en el rubro agrícola como el ganadero.
En el sector secundario existen registrados pequeños y medianos negocios, sobre todo en el apartado de alimentos, algunos de manufactura y una mínima aportación minera. El problema es que el valor agregado de lo que se genera en Sinaloa no está en las áreas industriales de mayor plusvalía, que son las vinculadas a la ciencia y las tecnologías, ni siquiera en la de ensamblado automotriz, rubro en el cual México es ya uno de los mayores exportadores.
Fue muy anunciada, este 2023, la inversión de 4500 millones de dólares de Tesla en Nuevo León, pero menos conocida la inversión taiwanesa de Quantum Computer de alrededor de 1500 millones para la fabricación de semiconductores, esto como parte de la estrategia de relocalización de cadenas de suministros que se hace a nivel mundial, este tipo de industrias impulsarán en la región una mejora salarial debido al tipo de personal calificado que necesitan (ingenieros, técnicos calificados…) y atraerán otro tipo de beneficios al ambiente social a mediano y largo plazo, proyectos aún en desarrollo.
La última gran inversión comercial anunciada en Sinaloa de 251 millones por parte de la cadena comercial Walmart, sin ser desdeñable no conlleva esa perspectiva de mejoramiento sustancial, es otra empresa de servicios con salarios bajos y sin el impacto de conocimiento y beneficio social de las empresas tecnológicas o de desarrollo científico.
¿Qué pasó con la planta de fertilizantes que estaba por instalarse en Ahome? ¿Por qué no fue de interés para los agricultores exigirla en sus demandas frente al gobierno en sus recientes protestas?
¿Qué pasó con el proyecto de los ductos de gas para abaratar costos de producción?
Qué hace falta para que en Sinaloa se desarrolle una industria de mayor valor agregado que mejore las percepciones de los trabajadores y les dé una perspectiva halagüeña de futuro a los jóvenes sin tener que emigrar. Incluso Sonora ha logrado posicionar en su geografía alguna armadora automotriz, para aquellos que ponen como pretexto el clima de nuestro estado.
-De percepciones salariales y violencia armada-
En 2021 se realizó un metaestudio “Income and Terrorism: insights of subnational data”, coordinado por el Instituto de Economía Laboral, con sede en Alemania, en el que se analizan datos de 1527 regiones de 75 países. Al abordarlo con detalle se puede concluir que se estudia más precisamente la aparición sistemática de violencia armada, por distintas razones (religiosas, económicas, ideológicas, raciales…). En dicha investigación se observa una correlación directa entre la disminución del fenómeno de la violencia y el acceso de las personas de esas regiones a ingresos suficientes para su subsistencia de manera legal, independientemente del factor que genera la violencia. A nivel mundial esos ingresos suficientes se calculan en 12, 800 dólares mensuales, unos 23 mil pesos mexicanos. Advierto al lector que extraigo sólo una parte de las conclusiones, los resultados son más abundantes y complejos.
Con este indicador, si se observa la tabla salarial nacional, encontramos una diferencia tal entre entidades federales como la que se esperaría entre dos países, Chiapas se encuentra hasta abajo de la tabla, con una percepción salarial promedio de 4 mil 912 pesos mensuales y Baja California Sur se encuentra en primer lugar, con 13 mil 141 pesos, una diferencia de más de 160 por ciento. Lo cual vuelve evidente que las soluciones del país deben implementarse por regiones, así como que ninguna de las entidades llega al nivel de percepciones que el estudio establece, para romper el ciclo de la violencia.
En el caso de Sinaloa (2022) está en el noveno lugar en percepción salarial promedio del país con 8 mil 845 pesos, con un notable y añejo problema de violencia armada, que de manera empírica podemos decir tiene como raíz histórica la pobreza de la zona serrana del estado. Me llama la atención, en relación del anterior tema abordado de la industrialización, como es que el negocio de narcotráfico si ha hecho, de forma intuitiva, una industrialización de sus procesos, pasando del opio y la mariguana al tratamiento de compuestos químicos como las metanfetaminas y el fentanilo, a lo que se le suma la plusvalía por ser mercadería ilegal.
Aunque creo que sería preferible que las otras áreas de producción del estado llevaran a cabo esa labor de industrialización. No hay más, la pacificación de Sinaloa pasa por el mejoramiento económico y salarial para su población, así como no hay economía completa y competitiva sin industrialización. No hay abrazo, escuela, enseñanza u obra de arte que supla comer 3 veces al día y la perspectiva de un futuro. Sigue siendo la economía, estúpido (Bill Clinton dixit).
Chiapas $ 4, 912
Oaxaca $ 6, 071
Tlaxcala $ 6, 239
Guerrero $ 6, 256
Morelos $ 6, 405
Puebla $ 6, 570
Hidalgo $ 6, 946
Veracruz $ 7, 102
Zacatecas $ 7, 183
Guanajuato $ 7, 363
Durango $ 7, 379
Tabasco $ 7, 545
Edo México $ 7, 665
Campeche $ 7, 755
Yucatán $ 7, 960
Michoacán $ 8, 176
Aguascalientes $ 8, 282
Nayarit $ 8, 406
Jalisco $ 8, 415
San Luis Potosí $ 8, 481
Tamaulipas $ 8, 560
Querétaro $ 8, 798
Sonora $ 8, 836
Sinaloa $ 8, 845
Quintana Roo $ 8, 881
Colima $ 8, 995
Coahuila $ 9, 315
Chihuahua $ 9, 347
CDMX $ 9, 794
Baja California $ 10, 591
Nuevo León $ 11, 125
Baja Sur $ 13, 141