El Peligro de Caminar

¿Qué hace que tantos miembros de esta comunidad conduzcamos de manera tan irresponsable? No respetamos límites de velocidad, proyectamos los vehículos como obuses contra quienes osan cruzar una calle (una conducta equiparable a intento de homicidio), y reaccionamos de manera desquiciada ante cualquier incidente.

Sucedió en Culiacán: hace unos años, alguien bajó de su auto y asesinó a balazos al conductor de una unidad que esperaba al verde del semáforo delante de sí. La víctima retrocedió accidentalmente y tocó apenas la defensa delantera del carro del responsable del crimen. Pagó el error con su vida. Pero, pese a la indignación social, todo siguió igual.

¿Cómo explicamos esto los habitantes de Culiacán? “Es cultural, así somos y esto no va a cambiar” (¿en serio?), escuchamos decir a no pocos paisanos.

De manera inaudita, desde unas semanas, la altísima vulnerabilidad de los peatones en Culiacán es tema de discusión en los foros de las redes sociales, a partir de la conmoción que causó la muerte de una joven estudiante de la Facultad de Arquitectura hace unos pocos días. Con este hecho, quedó en relieve el peligro de caminar.

Entre miles de opiniones, leemos las de ciudadanos sensatos que defienden el derecho de todos a caminar con seguridad y piden la construcción de infraestructura urbana incluyente (no puentes). De la manera más absurda (o en broma, de plano), otros proponen hasta la cárcel contra peatones que no usen esas estructuras aberrantes (los puentes), útiles sólo vender esdpacios de publicidad y para segregar a grandes grupos sociales: ancianos, mujeres, niños y enfermos, para quienes es imposible trepar esos armatostes únicamente para no obligar a los conductores a pisar el pedal del freno unos segundos.

El evento aceleró la decisión del alcalde Jesús Estrada Ferreiro para construir pasos peatonales seguros, sobre todo en el entorno de hospitales y escuelas. De hecho, inauguró ya uno de estos pasos frente al Hospital del ISSSTE, lo que le acarreó tanto aplausos como críticas, sin que esto altere su decisión: hay que proteger a los peatones.

La neta, hay que respaldar a Estrada en este empeño.

De persistir, la autoridad no quedaría sola frente al reto que significa corregir el gran desorden que persiste en la vía y el espacio público.

Desde hace unos años, decenas o cientos de ciudadanos se ocupan en observar esta problemática, de denunciar anomalías y proponer soluciones, principalmente desde organismos como ProCiudad y MAPASIN.

El resto es enorme: las calles de Culiacán están cada día más atascadas de autos, sin banquetas adecuadas y suficientes.

No hay  árboles suficientes que protejan a los peatones de la inclemencia del clima (infernalmente bochornoso).

Por si fuera poco, la ciudad registra las tasas más altas de accidentes de tránsito, de lesionados y muertes de todo México. 

Mientras, el parque vehicular creció diez veces entre 1980 y el 2015: de 41,050 vehículos registrados, 454,160. Si sumamos los autos importados sin registro, quizá la cifra supere el medio millón de unidades que circulan en una ciudad de alrededor de 850 mil habitantes.

En el Primer Año del Tsunami

El 2018 no se olvidará. Del PRI y del PAN no quedó ni el polvo. El hartazgo popular derrotó a una clase política repudiada, nulificó los afanes de encuestadores desorientados y neutralizó una monstruosa campaña enfocada en crear miedo hacia Andrés Manuel López Obrador y el lopezobradorismo.

A 12 meses, Andrés Manuel festejará hoy a las 5 P.M. con una verbena popular en el Zócalo. Será un evento austero  donde presentará un informe de labores y los objetivos de la Cuarta Transformación (4T).  Antes de conocer tal mensaje, conviene resumir qué dijo a los mexicanos hace un año:

En plena euforia, agradeció los más de 30 millones de votos y ofreció respeto a sus contrarios. Llamó a la reconciliación y a anteponer el interés de la nación sobre los intereses personales, “por legítimos que sean”.

La 4T propone establecer una auténtica democracia y no apuesta a construir “una dictadura abierta, ni encubierta”;  ofrece cambios  profundos, con apego al orden legal y respeto a la libertad empresarial, de expresión, de asociación y de creencias. “Se garantizarán todas las libertades individuales y sociales, así como los derechos ciudadanos y políticos consagrados en nuestra Constitución”.

La 4T mantendrá la autonomía del Banco de México, la disciplina financiera y fiscal, y reconocerá los compromisos contraídos con empresas y bancos nacionales y extranjeros. Los contratos del sector energético con particulares serán revisados y, “si encontráramos anomalías”,  se apelará a la intervención del Congreso de la Unión y de tribunales nacionales e internacionales. “No actuaremos de manera arbitraria ni habrá confiscación o expropiación de bienes”.

Buscará desterrar la corrupción y no tendrá problema en lograrlo porque el pueblo de México es inteligente, honrado y trabajador. “La corrupción no es un fenómeno cultural, sino el resultado de un régimen político en decadencia”.

“Lo ahorrado por el combate a la corrupción y por abolir los privilegios se destinará a impulsar el desarrollo. No habrá necesidad de aumentar impuestos en términos reales ni de endeudar al país. Tampoco habrá gasolinazos. Bajará el gasto corriente y aumentará la inversión pública para impulsar actividades productivas y crear empleos”.

El Estado dejará de ser “un comité al servicio de una minoría” y representará a todos los mexicanos. Escuchará y atenderá a todos y dará preferencia a los más olvidados.

Cambiará la estrategia de combate a la violencia. Más que usar la fuerza,  atenderá  las causas del fenómeno: la desigualdad y la pobreza. “La paz y la tranquilidad son frutos de la justicia”.

El 2 de julio del 2018 convocaría a DH, a religiosos, a la ONU y a organismos nacionales e internacionales a dialogar y a elaborar un plan de reconciliación y paz, mientras que en las fuerzas de seguridad “habrá mando único, coordinación, perseverancia y profesionalismo”.

“Seremos amigos de todos los pueblos y gobierno del mundo”. Aplicará los principios de no intervención, de autodeterminación de los pueblos y de solución pacífica a las controversias. Como postuló  Juárez,  “nada por la fuerza, todo por la razón y el Derecho”.

Con el gobierno de USA buscará  una relación de amistad y de cooperación para el desarrollo fincada en el respeto mutuo y en la defensa de los migrantes mexicanos que viven y trabajan  en ese país.

En su primer mensaje como Presidente Electo, aplaudió el comportamiento del presidente Peña Nieto en el proceso electoral y alabó que fue ejemplar la pluralidad y el profesionalismo de la prensa, la radio y la televisión. “Los medios de información no fueron, como en otras ocasiones, correas de transmisión para la guerra sucia. También mi gratitud a las benditas redes sociales”.

El gobierno de AMLO cumplió un año. De nuevo, Viva México.

puente negro

Guillermo Bañuelos

Algo catastrófico ocurre a los 90, cuando llegan sin permiso la demencia senil, la arterioesclerosis, la artritis, el Alzheimer o el Parkinson, los mareos, la ceguera parcial y la osteoporosis. La vista se nubla y los órganos se atrofian. El término del ciclo de la vida se asoma. Es infalible.

Llegó la hora en que una caída simple puede resultar fatal.

En los partidos políticos sucede algo similar cuando la caída es libre y sin protección alguna.

A los 90 –y aun antes- uno consigue ponerse de pie con dificultad, mas no recordar para qué, aunque hay casos de nonagenarios privilegiados, de mente clara, pasos firmes y alegría.

No representa el caso anterior, pero alguien muy conocido cumplió 90 ayer 4 de marzo, por cierto.

Se trata de quien logró trascender siete décadas sin perder fuerza para repetir una y otra vez la hazaña de imponer su dominio para gobernar durante un tiempo que parecía infinito.

En julio del 2018, después de dos heridas de muerte recibidas en los años 2000 y 2006, el PRI recibió un golpe mortal al caer hasta el tercer sitio de los resultados electorales con el 16% de la votación general, aplastado por más de 30 millones de votos obtenidos por Andrés Manuel López Obrador, su enemigo favorito desde hacía por lo menos tres sexenios, a quien el priismo erigió (a fuerza de mantener una campaña de denostación en su contra, sin tregua), paradójicamente, en un candidato  venerado por una masa de mexicanos hartos del régimen corrupto.

Pues bien. El PRI festejó ayer su 90 aniversario con la presencia de algunos, no todos los que debían estar. Claudia Ruiz Massieu, sobrina del poderoso y truculento ex presidente Carlos Salinas de Gortari, fue oradora única.

A 119 años de aquella gesta, pidió a los militantes asumir “la Revolución” y defender las instituciones nacionales de aquellos que las quieren “desmantelar”, sin mencionar el desmantelamiento reciente del Estado a través de reformas estructurales engañosas, pues “la Revolución es un proceso de transformación siempre inacabado”

 A sus 90, avaló, el PRI tiene la convicción de que “se puede hacer justicia social sin coartar el libre mercado, ni esperar que éste resuelva las desigualdades”.

Con añoranza, dijo que los gobiernos emanados del PRI representan certeza, eficiencia, construcción de acuerdos políticos y –maromeó-  “no un avasalle desde la fuerza de los números”. A 26 años de la muerte de Mario Moreno, Cantinflas cobró vida en el discurso de la lideresa.

“El PRI representa la política que concilia la capacidad técnica con la sensibilidad social que reivindica, no descalifica, el trabajo de los servidores públicos”.

La oradora pidió además a sus militantes “articular la definición ideológica que los aglutine en este momento complejo del siglo 21 y reformular nuestra oferta programática para plantear la alternativa de desarrollo e inclusión, de democracia y justicia social que exige del partido histórico de la Revolución Mexicana”.

Entre estos malabares, Claudia Ruiz se dirigió a los priistas que han levantado el dedo para apuntarse para competir en el proceso para elegir a quien la sustituirá en la presidencia del CEN: Ivonne Ortega, José Narro Robles y Ulises Ruiz, los tres, por cierto, sobradamente más maliciosos y preparados que ella misma. En concreto, los conminó a mostrar “madurez política” y a trabajar “en propuestas y no en descalificaciones”.

Ruiz Massieu reconoció que uno de los factores de la crisis que enfrenta el partido fue “impulsar la democracia hacia afuera”, y olvidó hacerlo al interior del partido (¡te lo dije!, gritarán las bases).

Una semana después de reemplazar a René Juárez Cisneros, Claudia Ruiz definía que el PRI está obligado a reflexionar sobre las causas que influyeron para que obtuviera el peor resultado de su historia, y aseguró que ‘todo’, hasta el nombre del instituto, podría cambiar. El PRI, en tanto, conserva ‘todo’, y sigue siendo el PRI. A dos semanas de cumplirlos 90, el más longevo de los partidos mexicanos no ha aprendido la lección, ni a ser oposición.

Alejados de sus bases, los hombres y mujeres que lo comandan están más enfrascados en ver quién será su próximo dirigente y no definenel modelo de partido que requieren para recuperar espacios perdidos o responder a la agenda política del momento. Para propios y extraños, el PRI juega un papel penoso frente al gobierno federal.

‘Sin descalificar, con propuestas’, en tanto, los aspirantes a suceder a Ruiz Massieu inician lo que podría convertirse en una guerra intestina de dimensiones impensables.

Ivonne acusa a Peña Nieto de traición al partido y Ulises Ruiz pide que el PRI expulse de sus filas al ex presidente de la República.

A diferencia de ellos, Narro guarda sus modos y no lastima el recuerdo de quien fue su jefe. Así, podemos pensar que Narro se convierte en puntero.

¡De Tin Marín, de Do Pingüé…!

(EPN, por cierto, no celebró)