En la raya

EDNA FONG
Visionaria
Por José Luis López Duarte

La empresaria Edna Fong y presidenta de COPARMEX en Sinaloa, más visionaria que los políticos y gobernantes, advierte sobre los riesgos para las empresas sobre la calidad y competitividad en virtud del desarrollo tecnológico que hoy en día es la piedra angular del desarrollo casi en todas las actividades de los humanos.

Quien fuera promotor de la organización de mujeres empresarias en el país y en Sinaloa, con una empresa familiar a su cargo desde su juventud (JAZTEA), muy extendida a varios estados del país compitiendo con los consorcios mundiales de COCA COLA y PEPSICO y resistiendo al mismo tiempo el acoso de la misma para apropiarse de su empresa y seguramente de no ocurrir lo anterior buscarán a como dé lugar desplazarla del mercado en el nicho que ocupa.

Es conocido que en el mundo – como ella lo ha dicho – la tecnología se ha convertido en el motor del desarrollo, de las empresas y las naciones, que quien se rezaga o se aísla rápidamente se hundirá en el fracaso, cuestión que advierte, puede ocurrir para el 80 por ciento de las empresas en los próximos 20 años. Esa es la perspectiva para el mundo de las empresas establecidas y consolidadas que donde tienen la mayor oportunidad está el riesgo.

Pero también existe el mundo de las nuevas empresas que en buena medida son proyectos que nacen muertos y que los que sobreviven después del primer año ya están a la deriva y ni el diez por  ciento alcanza la madurez y consolidación, representando una enorme pérdida de esfuerzo y recursos, quizá porque vivimos una sociedad con escasa cultura empresarial además de un alejamiento de las implicaciones del desarrollo tecnológico.

Por eso, lo que hoy comenta la lideresa empresarial, de que vivimos en el desarrollo de la industria 4.0, refiriéndose a la cuarta etapa de la revolución industrial, señalando fundamentalmente a la armonización de la interconexión eficiente de las máquinas y los procesos de producción con un mayor entendimiento del mercado, es un tema poco advertido y mucho menos comentado, por lo que vale la pena reflexionar sobre lo que advierte la presidenta de COPARMEX sobre la extinción de muchas fuentes de negocios y fuentes de trabajo.

Y no solo vale el tema para el sector industrial, sino también para la producción agrícola, pesquera, ganadera, incluso educativa, como tampoco es un tema para el futuro, se trata de un asunto aquí y ahora.

Vivimos tiempos que hace mucho rompieron con el mundo bucólico donde veíamos que la provincia era un mundo y las capitales, sobre todo las grandes ciudades (CDMX, Guadalajara y Monterrey) eran otro. Hoy ya no existe espacio ni actividad ajena al desarrollo tecnológico, mundo global que no solo tiene que ver con las máquinas, tanto de energía, los sistemas, la digitalización y robótica, sino que implica desarrollar la mentalidad y pensar que todo es posible.

La tendencia del sistema capitalista en el contexto de la época industrial 4.0, como señala Edna Fong, es también una perspectiva que va a ampliar la brecha de la desigualdad y convertirá de nuevo a los pueblos en nómadas con una creciente migración para todos lados (para donde se pueda),  que va a provocar una explosión social, por lo que ciertamente debe atenderse el problema tecnológico y al mismo tiempo el problema social porque si no al final del día ni tecnología, ni desarrollo, lo más probable un caos.

En la raya

QUIRINO Y SU GOBIERNO
Pueden crecer
Por José Luis López Duarte

Quirino Ordaz Coppel fue el último precandidato a gobernador del PRI que se apuntó (porque no se inscribió en el proceso de su partido) y fue designado candidato a gobernador por encima de otros nueve priistas que habían “dado más vueltas que un trompo” (diría Aarón Irizar) al territorio del estado buscando ser los elegidos, pero el mazatleco ya tenía la mano de Peña Nieto y por ello, sin ser el más conspicuo y popular de los aspirantes, fue el candidato del PRI.

Ordaz Coppel surgió de una elección turbia, por decir lo menos, sino es que amañada, donde le arrebataron la posibilidad del triunfo a Héctor Melesio Cuén con aquel aquelarre de terrorismo electoral que se implementó desde el gobierno, pasando por la farsa del “candidato independiente” y otros trucos que lo único cierto fue un resultado electoral en entredicho.

En un inicio parecía un gobierno anodino con personajes en la primera línea ajenos en buena medida a la política sinaloense y cargados de viejas revanchas, como del secretario general de gobierno, cuya principal iniciativa política fue reducir la representación proporcional electoral de regidores y diputados como intento de reducir la oposición y resabio de su pasado reaccionario, dizque para reducir los costos de la política.

Su gran acierto surgió con obtener la sede del Tianguis Turístico para Mazatlán en 2018, tarea que se convirtió en insignia y guía de trabajo que lo llevó a ocupar sus energías en ese compromiso, continuando la inercia y la rutina en las demás actividades y conflictos como la inseguridad que siguió con normalidad, como dijera alguien tiempo atrás.

A raíz de todo, el gobernador ha convertido, según expresan sus funcionarios, en el creador de todo lo bueno y lo malo del gobierno, al no haber asunto que se escape de sus manos, cuestión que lo ha llevado a centralizar todo, comentando hasta con sorna, que así puede quitar y poner al que quiera en cualquier dependencia al fin y al cabo él decide y hace todo, refiriéndose a los nuevos nombramientos.

Pero ha llegado un momento crucial para el país que hace indispensable que el gobernador se convierta ahora en un político abierto, receptivo, flexible y cooperativo porque ahora son tiempos en que por primera vez el gobernador no tiene el control de la cámara de diputados y al mismo tiempo las presidencias municipales y no se diga el respaldo de la presidencia del país.

Ahora se requiere de gran creatividad y esfuerzos tanto para sortear los obstáculos como para aprovechar las oportunidades de construir cosas nuevas para su gobierno y Sinaloa. Para empezar, ya debe dejar el gobierno de violar el 113 constitucional y quitar facultades a los municipios y paraestatales al no permitirles la contratación de obra, lo que provoca que los municipios pierden alrededor de mil millones de pesos por IVA no recuperado.

Ya se reunió con los alcaldes electos de MORENA y quién sabe si ya se reunió con los del PRI, pero eso es un buen paso porque él –quieran aquellos o no – los encabeza como gobernador de Sinaloa ante el gobierno de la república y es Quirino Ordaz Coppel quien comanda, parafraseando a Pablo Rubio Apiolaza, “La Nave Sinaloense”, por lo menos de aquí al 2021.

Cuestión que obliga a pensar al gobernador sobre qué hacer los próximos tres años en el nuevo escenario que bien puede ser adverso para su partido, pero puede ser muy favorable para Sinaloa, porque al final del día López Obrador requerirá – como el gobernador de Sinaloa – la gobernancia para el país y lo ocupa al gobierno de Sinaloa, junto con que hay un cúmulo de propuestas de AMLO que nos hacen falta en nuestro estado.

Por ejemplo, es factible que el gobernador y el Congreso del Estado pueden proponer que en la Ley de Coordinación Fiscal para el 2019 de lo que se recaude de impuestos especiales (IEPS) quede un porcentaje mayor a Sinaloa o sobre la agricultura donde ya propuso el regreso de los precios de garantía para las cosechas ¿Qué van a proponer? O ante el déficit portuario del pacífico ¿Por qué no ampliar ya el puerto de Mazatlán o hacerlo nuevo? O el caso del gasoducto que le falta la parte terminal y operativa ¿Cuándo se va a terminar? En fin, hay mucho qué hacer y justo es no ensimismarnos ¿No cree?

En la raya

EL CHOQUE Y EL ACUERDO
Nuevo pacto
Por José Luis López Duarte

Quién sabe qué y hasta dónde hayan pactado las élites del poder en nuestro país para que se hayan dado los resultados electorales del primero de julio y en consecuencia una transición política aterciopelada e incluso color de rosa, con tintes de seducción.

Fue muy obvio que desde el 2013 y 2014 la unidad de las élites del poder se fracturó y surgió una guerra política – económica que auguraba para el 2018 un choque de trenes y un destino incierto, por lo menos, para el país.

En 2013 se aprobaron reformas estructurales que provocaron que el grupo en el gobierno perdiera poderosos aliados y se convirtieran prácticamente en enemigos mortales, como ocurrió con la reforma educativa y el encarcelamiento del símbolo político de la burocracia sindical del SNTE, otro tanto ocurrió con la reforma fiscal que igualó el IVA en todo el país (quitó los privilegios fiscales a los estados fronterizos) e incrementó IEPS a comida chatarra y refrescos que provocó la ira de BIMBO, FEMSA y PEPSICO; lo más espectacular fue la reforma de telecomunicaciones que puso fin a la preponderancia de TELMEX (al monopolio pues), así como el apagón analógico que obligó a abrir la televisión y la radio, logrando con ello que Slim y TELEVISA perdieran ente las dos casi 40 mil millones de dólares en el valor de sus empresas; y para rematar en febrero de 2014 detienen al capo más anhelado, el “chapo” Guzmán.

La reacción fue violenta y todos los frentes abiertos desataron una guerra brutal contra la presidencia de la república y sus aliados, Peña Nieto junto al PAN y el PRD, coautores del Pacto por México y las reformas estructurales.

Muy caro pagaron el precio, tanto que la primera bomba que explotó fue en la cara del PRD, en Ayotzinapa, Guerrero, que dinamitó a ese partido sin que sus líderes pudieran salir de la trampa, resultado triturados y aplastados políticamente con más de un millón de spots de radio y televisión en su contra en los seis meses siguiente a ese suceso.

Y al presidente Peña Nieto, lleno de soberbia y sin comprender la obra política que venía construyendo, le ganó la frivolidad del poder dando rienda suelta a la corrupción de todas sus congéneres políticos, dentro y fuera del gobierno, tramándole también en el 2014 el escándalo de “La Casa Blanca”.

Desde fines del 2013 y principios del 2014, cuando concluyeron las reformas estructurales, los campos ya estaban minados y la guerra se había desatado, tanto que el 2015 explotó todo el aparato de inteligencia y seguridad del país con la segunda fuga de Joaquín Guzmán.

El paraíso del 2013 se había convertido en un infierno que apuntaba hacia el 2018 en ese choque de trenes que nunca llegó y significó que los afectados por las reformas estructurales y la política en general del gobierno de Peña Nieto habían construido un gran bloque de poder que arrodilló políticamente al presidente y lo obligó a pactar.

El PAN y el PRD habían sido los aliados de aquellas reformas, por lo que no eran opciones políticas y el PRI estaba en manos del presidente ¿Qué salida quedaba? El gran acuerdo con MORENA y AMLO que significó construir un nuevo discurso para AMLO de “paz y amor” al extremo de que todo parezca políticamente hablado más a romance que otra cosa.

El “choque de trenes” se disipó, el acuerdo de las élites de poder se impuso y de nuevo la república sigue cabalgando en el lomo de la oligarquía y la nueva servidumbre política, aunque muchos piensen  en una gran victoria popular y un tsunami de cambios en el país como la famosa cuarta república que tanto ha anunciado López Obrador.

Pero paradójicamente hoy tenemos el riesgo de una regresión mayúscula porque esa abrumadora victoria electoral puede convertirse en la reproducción de un nuevo partido de Estado que elimine los contrapesos y equilibrios para terminar con un nuevo PRI, reconvertido y potenciado. El PRIMOR, como algunos le llaman ya.