Zona Mixta

Por: Alberto Camacho Sarabia

A bajar revoluciones.

Ciertamente nos emocionó el anuncio de los Dodgers de Los Ángeles a principios de campaña sobre Julio César Urías, quien desde muy temprano en la temporada fue promovido al primer equipo; nuestro paisano, oriundo de La Higuerita, tuvo muy buenas actuaciones en sus tres primeras salidas, sin embargo, se cayó en su cuarta y quinta salida, llegando a ser las gotas que derramaron el vaso, marcando así su regreso a la sucursal de AAA del equipo angelino.

A decir verdad, Urías no ha hecho para nada mal las cosas en su segunda temporada con los azules, sin embargo, para su “gran” fortuna, la batería ofensiva de los Dodgers no lo ayudó para coronar sus faenas, teniendo que salir sin decisión en tres ocasiones, y, como dijimos anteriormente, sus últimos dos viajes a la loma de los disparos fueron sumamente complicadas.

Este movimiento le viene bien al de La Higuerita para bajar sus revoluciones y volver a encontrar su zona de strike; en estos últimos encuentros vimos a un Julio Urías que estaba batallando en sus disparos al plato, y ante el desespero de no colocar la bola donde quería, recurría a los strikes cantados que eran un día de campo para sus rivales, quienes le ponían la bola en lo más profundo del parque.

Asimismo, Urías deberá corregir su comando de picheos, estaba entregando muchas bases por bolas, y estamos seguros que Dave Roberts, mánager del equipo de Los Ángeles, le dejó de tarea este aspecto, el cual, una vez corregido, será un lanzador aún más efectivo, empero, deberá trabajar en su control y su temple a la hora de enfrentar a sus contrincantes.

Recordemos que apenas es un joven de 21 años de edad, le quedan muchísimas temporadas por delante, y con dedicación, sumada a una constante depuración de su técnica para lanzar, lo veremos como una opción de planta en la rotación de picheo de los Dodgers de Los Ángeles.

Pero por lo pronto, es necesario mejorar esas habilidades de lanzar.

Pendientes.

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Pasándonos a temas futboleros, la Gran Final de la gloriosa Liga MX empezó de manera sorpresiva para propios y extraños; absolutamente nadie, ni siquiera los “ChivaHermanos”, hoy, “ChivaMelones”, esperaban salir del Estadio Universitario con un empate a dos goles, ciertamente Chivas le hizo un buen partido, dentro de lo que cabe, a los Tigres del Tuca Ferreti.

El Guadalajara sabía que era muy complicado atacar a los Tigres en su casa sin descuidar la retaguardia, por ello pusieron a tres hombres a marcar a André-Pierre Gignac, el hombre gol de los felinos; y para la fortuna del chiverío, encontraron dos rebotes mal rechazados por el arquero Nahuel Guzmán, los cuales supieron capitalizarlos y anotar dos goles que no estaban en el libreto.

Tigres, por más que buscaba el gol, se encontró a todo el “Rebaño Sagrado” parapetado en su propia mitad de cancha, siendo un recital de pases en los linderos del área tapatía, los cuales siempre terminaban en saque de meta.

Fue hasta el final cuando la tropa de Ricardo Ferreti despertó por medio de un André-Pierre Gignac, quien, en cuestión de segundos, se las arregló para marcarle dos goles al chiverío, el francés cuando quiere, hace trizas a los defensas rivales, y la noche de ayer dio muestra de ello.

No obstante, la llave sigue abierta, pero, llegar con un empate al Estadio Omnilife para Chivas es un regalo del cielo, conocen las debilidades de Tigres, equipo que, a pesar de tener la mejor plantilla del fútbol mexicano, no deja atrás su mote de equipo chico y que se arruga en escenarios imponentes.

Veremos si el “Tuca” puede sobreponerse al miedo escénico y le hace un partido redondo al Guadalajara.

La moneda está en el aire.

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Con esta información nos despedimos por hoy, le deseamos un buen fin de semana.

Hasta la próxima.

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