Zona Mixta

Por: Alberto Camacho Sarabia

Tres razones.

De nueva cuenta, y de cierto modo, predecible, la Selección Mexicana de Fútbol volvió a fracasar en el plano internacional, quedándose con el cuarto sitio de ocho posibles en la Copa Confederaciones, exactamente en la mitad que se separa a los equipos competitivos de los mediocres, y precisamente es en esa zona donde México está instalado, en la media, ni muy bueno como un Alemania, Brasil, Chile, o España, pero tampoco tan malo como un Bolivia, Camerún, Macedonia o Nueva Zelanda.

Juan Carlos Osorio es un entrenador filósofo, un maestro para enamorarte y convencerte por medio de palabras rebuscadas, las cuales tratan de planteamientos tácticos, de teorías de juego que pueden ser aplicadas en la cancha; sin embargo, una vez en la práctica, vemos un México común y corriente, el típico que saca los resultados en contra de selecciones de menor calibre al “Tri”, pero que, a la hora de enfrentar a los titanes mundiales, terminan siendo una auténtica vergüenza.

Existen muchísimas razones para poder sustentar el por qué el Director Colombiano debe salir del banquillo nacional, pero por el momento, daremos solamente tres, las cuales, consideramos como trascendentales en este polémico proceso mundialista.

1.- El sistema de rotaciones: Es un cuento que una selección debe adecuarse al rival que enfrentará, Osorio es un creyente empedernido que México debe jugar con un parado completamente distinto contra Alemania y contra Camerún; lo único que genera es confusión dentro de los jugadores e inventos de posiciones para futbolistas cuyas capacidades ya están probadas en otra zona de la cancha.

En el exitoso proceso español de 2008 a 2012, jamás vi que España jugara por decisión táctica con un once titular diferente cada partido; siempre vimos a los mismos futbolistas en cada partido sin importar el rival, y los resultados ahí están, dos Eurocopas y una Copa del Mundo.

Y México, con sus rotaciones, apenas le alcanza para sacar el resultado contra Nueva Zelanda, y en fase de eliminatoria directa vienen los abultados marcadores como contra Chile, y más recientemente, contra Alemania.

Tres partidos de eliminación directa ha disputado Osorio en contra de selecciones de respeto, y México tiene tres derrotas y un global de un solo gol a favor a cambio de 13 goles en contra.

2.- Pésimo trabajo de los preparadores físicos: Es bien sabido que las lesiones son algo completamente circunstancial, uno nunca sabe cuándo vendrá una fractura o un desgarre muscular, pero lo que sí es criticable es la cantidad de lesionados que ha habido en la gestión de Juan Carlos Osorio, no ha habido torneo en el que el colombiano deba prescindir de un futbolista debido a una lesión en entrenamiento, y esto ciertamente recae en los preparadores físicos que lo acompañan en su gestión.

3.- Jersey barato: Se supone que la Selección Nacional no es para cualquier futbolista, debe demostrar que, en efecto, tiene capacidades diferentes a las que brinda la media nacional, y con Osorio ha sido algo completamente diferente, prácticamente cualquier petardo es convocado a la Selección, y los resultados ahí están; cierto, siguen yendo los mismos futbolistas que militan en Europa, pero también van cuatro o cinco nombres que nada tienen que hacer en la convocatoria, y son estos futbolistas los que suelen cometer errores durante el partido.

No obstante, durante estas dos semanas de Copa Confederaciones, Osorio dio en el acierto de que empezará a exigir partidos contra rivales de peso en calidad de visitante, dejando entrever que los partidos en Estados Unidos contra selecciones de medio pelo parecen estar llegando a su fin; jugar en campo ajeno contra equipos de primer nivel es algo que necesita en calidad de YA este equipo, y si estos partidos se empiezan a dar de aquí al año entrante, quizás el sistema de trabajo de Osorio aspire a no ser humillados en un partido de eliminación directa.

Asimismo, llevar a jóvenes en calidad de “oyentes” a Copa Confederaciones, también es un punto bueno; los casos de Edson Álvarez y Alejandro Mayorga son especiales, este par de jóvenes asistieron a Rusia sin estar registrados para jugar el torneo, sin embargo, se trata de dos futbolistas que se desempeñan en el sector defensivo del campo, y, en base a lo visto toda la Confederaciones, México fue un fiasco a la defensa.

Tanto Álvarez como Mayorga representan el futuro de la zaga tricolor, y ver de cerca la exigencia de estos partidos, muy seguramente tendrá un impacto positivo en la carrera de estos jóvenes que pronto defenderán la camiseta nacional.

=0=

Así las cosas con Osorio, ahora viene la Copa Oro, un campeonato que en teoría debería ser ganado sin problemas, pero, de unos años para acá, parece que la CONCACAF se volvió UEFA para México, y se han protagonizado unos ridículos monumentales.

Ya veremos qué sale.

Ahora sí nos despedimos, buena semana para usted.

Hasta la próxima.

Zona Mixta

Por: Alberto Camacho Sarabia

De gatos negros.

Ciertamente, la temporada 2017 de las Grandes Ligas no ha sido del todo buena para la legión de peloteros mexicanos, quienes han tenido que lidiar con lesiones, y, sobre todo, con un bajón en su nivel competitivo que los ha llevado a ser relegados a un segundo o tercer plano en los equipos donde militan.

Para no hacer tan larga la explicación, hablaremos de los principales referentes del béisbol mexicano en la “Gran Carpa”, esos que siempre dan la nota en los principales medios de comunicación en nuestro país, y que, en el presente año, han dado más notas negativas que positivas.

Allá vamos.

Primeramente tenemos a los lanzadores, quienes en otrora fueran parte del selecto grupo de pítchers top en las Grandes Ligas, hoy están por la calle de la amargura, y hablamos de peloteros que incluso tienen su anillo de Serie Mundial, hablamos de los casos de: Marco Estrada, Yovani Gallardo y Jaime García.

En el caso de Estrada, el abridor de los Azulejos de Toronto no la ha pasado nada bien esta temporada luego de haber brillado en la lomita durante todo el 2016; cuatro juegos ganados a cambio de 5 descalabros es la foja del sonorense y con un altísimo porcentaje de carreras limpias admitidas (4.95), Marco está firmando unas de sus peores campañas.

Siguiendo la misma línea, Yovani Gallardo olvidó por completo sus tiempos con los Cerveceros de Milwaukee, cuando era un abridor dominante y que cerca estuvo de la Serie Mundial, hoy por hoy, el michoacano se encuentra relegado en un equipo que está a 12.5 juegos de distancia del líder de división y con un récord sumamente pobre de tres victorias por siete derrotas, y un porcentaje de carreras admitidas de 6.30.

Jaime García también se encuentra muy lejos de ese lanzador inicialista que llevó a los Cardenales de San Luis a conquistar su último campeonato de Serie Mundial en el 2011; el tamaulipeco recaló en los Bravos de Atlanta con la esperanza de recuperar su nivel óptimo, sin embargo, fiel a su carrera, su frágil brazo derecho no le ha permitido explotar esas capacidades que lo hicieron llegar a la cima, dos juegos ganados contra cinco perdidos y un promedio de carreras admitidas de 3.95 lo tiene batallando en Atlanta, pero bueno, el equipo, con otra campaña sumamente mediocre, tampoco le echa la mano al mexicano.

Otro con temporada de gatos negros es Miguel Ángel González y sus Medias Blancas de Chicago, “El Mariachi” tiene cuatro ganados y ocho perdidos y 5.15 de efectividad, sumamente alto y con récord negativo, el cual, para colmo de males, lo engalana una lesión que lo tiene en la lista de incapacitados.

Casos como Joakim Soria, Jorge de la Rosa, Luis Cessa, Óliver Pérez y Sergio Romo, son jugadores que no han visto mucha acción en la presente campaña, pero, dentro de lo que cabe, cuando han sido requeridos, han cumplido con lo que sus respectivos mánagers les han encomendado: colgar el cero.

Y finalmente, tenemos a Roberto Osuna, el lanzador de los Azulejos de Toronto cuenta con 19 rescates en la presente campaña pese a su titubeante comienzo, finalmente recuperó la memoria y está convertido en uno de los mejores cerradores de la Gran Carpa; es el Sinaloense el que está sacando la casta hoy en día.

Pasando a casos extraordinarios, tal parece que Adrián González tiene las horas contadas en Los Ángeles; el mexicano, quien para colmo de males se encuentra lesionado de la espalda baja, está viendo como su posición, tanto en el campo como en el line-up, se la ha quitado un joven de 21 años llamado Cody Bellinger, quien le está dando una nueva imagen al béisbol de los Dodgers.

Sin muchos billetazos y pese a tener la nómina más alta del béisbol organizado, los azules han formado una base joven de peloteros sumamente talentosos en casi todas las posiciones; junto a Bellinger, los casos de Cory Seager, Joc Pederson y el lanzador Alex Wood están dándole esperanza a unos Dodgers que tienen añales sin ganar una Serie Mundial.

Y precisamente por este caso, que tampoco Julio Urías ha sido requerido por el manejador Dave Roberts, aparentemente la rotación de picheo se encuentra completa y sumamente sólida, por lo que el “culichi” se encuentra en la congeladora a la espera de otra oportunidad; aunque esto también resulta positivo, porque de esta manera puede seguir perfeccionando su técnica en la sucursal de ligas menores.

Una temporada sumamente difícil, pero vamos, la segunda mitad siempre trae consigo cambios drásticos, y no dudamos que para el talento nacional, las cosas cambien para bien.

Ánimo.

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Ya para irnos, Juan Carlos Osorio siguió con su ideología de cambiar hasta el aguador para el duelo contra Nueva Zelanda, y el resultado fue un apretado marcador de 2-1… Contra Nueva Zelanda.

Es todo lo que se puede decir.

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Ahora sí, le deseamos un buen fin de semana.

Hasta la próxima.

Zona Mixta

Por: Alberto Camacho Sarabia

Camaleónico.

Ya empezó la Copa Confederaciones (¡Brujo!), y aunque esta frase de apertura suena demasiado obvia, lo que quiero denotar, es que, para Juan Carlos Osorio, la Copa Confederaciones es, hasta ahora, su prueba más grande al frente de la Selección Nacional.

Un empate a dos goles en contra de Portugal, el campeón de la Eurocopa, fue el primer resultado en este examen, un duelo que se pudo ganar, pero que al final de cuentas, nos demostró que el sello de esta Selección es una palabra que le da título a las líneas de hoy: Camaleónico.

Por un lado, los grandes equipos del mundo tienen su sello: Alemania y su poderío físico línea por línea; Argentina y su “denle la pelota a Messi y luego nos arreglamos; Brasil y su juego de fintas y suma vistosidad; España y su juego a base de toques “Tiki-Taka”; e Italia y su mundialmente reconocido “Catenaccio”, ese donde defiendes antes que atacar y en el cual, un solo latigazo sirve para finiquitar los compromisos.

Y por otro, tenemos a México, un equipo que no ataca a base de velocidad o que radica su ofensiva en tiros de fuera del área, hablamos de esa rotación interminable de jugadores, quienes, según a palabras de Osorio, “se adaptan mejor al estilo de juego del rival”, en otras palabras, camaleónico, porque si bien pueden salir completamente ofensivos, como también se puede saltar al campo en plan de defender el cero, y en otras ocasiones, sobre poblando el medio campo.

No hay un once titular “base”, ni lo habrá, de hecho, del empate ante Portugal solamente quedará la estadística, porque ante Nueva Zelanda y Rusia, Osorio sacará dos cuadros completamente diferentes entre sí, mismos que desembocarán en una confusión en el campo que terminará definiéndose con las ya conocidas individualidades de aquellos futbolistas a los que consideramos “cracks”, llámense Javier Hernández, Héctor Herrera, Carlos Vela o el propio Raúl Jiménez.

El rival, Nueva Zelanda, no exige en ningún parámetro medible, al nivel competitivo de México, sin embargo, estamos seguros que Osorio no saldrá a llenarle de huevos la canasta a los “Kiwis”, se dará por bien servido con un 2-0 o un 2-1, izando así la bandera de ser “resultadistas”.

Con Osorio al frente, debemos ver los juegos de México uno por uno, sin poder adelantarse a cualquier escenario posible, porque, de nueva cuenta, el equipo nacional ha definido su estilo: Camaleónico.

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Ahora, pasando a temas de béisbol, la Liga Mexicana de Verano le ha declarado la guerra a la Mexicana del Pacífico, en una cruzada que tiene como “objetivo”, preservar los intereses del béisbol mexicano y generar mayores ingresos por medio de publicidad y manejo de marca.

La idea de la Mexicana de Verano es jugar dos torneos “cortos”, uno que arranque en marzo y termine en junio, y otro torneo que arranque en julio y termine en noviembre, como pueden ver, el segundo torneo “corto” se empalmaría con el béisbol invernal, lo que representaría una baja considerable de peloteros que conforman los clubes del invierno.

Javier Salinas, próximo dirigente de la Liga Mexicana de Béisbol, es un hombre de fútbol, y con esto, busca “futbolizar” al rey de los deportes en México…lo que no sabe, o no se ha dado cuenta, es que, de los 16 equipos del verano, solamente 5 representan un relativo éxito comercial, el resto están muertos.

Nosotros lo vemos como un atentado directo al béisbol del Pacífico, un modelo que ha sido exitoso y sumamente redituable en casi todas sus plazas, teniendo equipos competitivos y con excelentes entradas, no obstante, estamos por ver el final de la LMP tal y como la conocemos, porque los dirigentes del verano no tienen pinta de querer desistir.

Veremos en qué acaba.

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Con esto nos despedimos por hoy, le deseamos una muy buena semana.

Hasta la próxima.