Puta democracia

LUIS OCTAVIO VALDEZ

La democracia moderna nace de la contradicción de intereses, el ala de los Lores queriendo asesinar al rey Carlos II de Inglaterra y los Comunes defendiendo la causa realista, nace aquí los conceptos políticos de “izquierda” y “derecha”, no así la actitud de comportarse contrarios a los intereses que dicen representar, tan natural en los hombres, pero sí la institucionalización de dicho actuar.

Esta es la paradoja que agrega el cinismo como factor sustancial de los actores políticos de un sistema democrático, una característica execrable, pero también cuota mínima y preferible a las consecuencias del purismo ideológico o moral practicado durante siglos, que sin excepción termina en confrontación bélica entre pueblos, naciones, países y culturas.

La persona que desea que los actores políticos tengan un comportamiento lineal y predecible es un fundamentalista ingenuo, la misma civilización a la que pertenece no está desarrollada sobre valores absolutos, los actores sociales tienen intereses no sólo diversos sino contradictorios y los distintos estamentos políticos asumen la tarea de regularlos y en la medida de lo imposible empatarlos.

Entonces dé por sentado la simulación, la chapuza y el traslape en el juego de la política pública, todo eso se utiliza para evitar la confrontación directa, recuerde que no todas las personas que lo rodean tienen un alma pura y sincera como la de usted, hay mezquindades y vilezas con los mismos derechos de convivir en sociedad con nosotros (¡Oh! Ángeles áureos de amor).

La otra opción es que se mude a Irán, Corea del Norte u otro régimen totalitario donde toda la moral es la de un sólo hombre o grupo y tratan de adaptar incluso las leyes físicas al capricho de una sola voluntad. Qué sentido tiene la coherencia a rajatabla si el mismo mundo no se dobla ante nuestros deseos.

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