Petróleo, narco, divisas y política: el esquema económico del poder en Latinoamérica 

Octavio Valdez

Existe un reclamo histórico, muy justificado, del intervencionismo que Estados Unidos ha ejercido en los países de Centroamérica; en casos específicos como el de Guatemala y Honduras a través del colonialismo económico, se acusó durante mucho tiempo que la United Fruit deforestó ferozmente la región de los países al sur de México y expolió a sus habitantes en nombre de sacar el mejor redito de su negocio, aprovechando la debilidad de las instituciones y la corrupción de las autoridades locales.

El reciente asesinato de Fernando Villavicencio, precandidato presidencial en Ecuador, me recordó el modelo de intervención económica arriba descrito. Según las propias palabras de Villavicencio, recogidas en una entrevista realizada un poco antes de su muerte, había recibido amenazas de muerte de parte de un jefe local “franquiciatario” del Cártel de Sinaloa en el país sudamericano. A partir de esta declaración es una de las principales líneas de investigación que las autoridades del país andino establecieron como probable razón para el homicidio.

Aunque en lo formal el gobierno mexicano a través del poder Ejecutivo calificó la versión del asesinato por parte del cártel como un rumor, es evidente por lo sucedido que el trasiego y venta de estupefacientes es un elemento de poder fáctico, así como una variable económica con repercusiones en el poder político en Ecuador y si se revisa con cuidado, en toda Latinoamérica. Llama la atención como el alineamiento político de países como Colombia, Ecuador, Venezuela, Perú y México coincide con en el repunte de la violencia y el negocio ilegal relacionado con los estupefacientes en estos países.

Cabe recordar el intento por parte de un grupo de congresistas norteamericanos para que el gobierno estadounidense de Joe Biden clasifique a los cárteles del narcotráfico mexicano como grupos terroristas, lo que implicaría un cambio de estrategia mucho más militarizado e intervencionista por parte del vecino del norte en la región. Ante el contexto, tal vez cabría una actitud más prudente de parte del Gobierno de México en el tema del atentado en Ecuador.

Otro actor económico bajo sospecha en el asesinato de Villavicencio son las empresas petroleras (francesas y chinas) , debido a las denuncias del mismo candidato fallecido, en las que expondría que estas habrían realizado con el gobierno ecuatoriano (enfáticamente en el periodo presidencial de Rafael Correa) contratos para la explotación de yacimientos bajo condiciones injustamente ventajosas que lesionaban los intereses de la nación ecuatoriana, por lo cual proponía que dichos convenios entraran a revisión para establecer condiciones más benéficas para su país.

Existe otra notoria coincidencia entre los países que conforman el eje latinoamericano de producción y trasiego de estupefacientes, aparte de los altos índices de violencia también comparten el hecho de ser productores de petróleo, sector a partir del cual los grupos criminales han complementado sus actividades criminales en busca de mayor ganancia a través del robo de combustible y derivados de la petroquímica, práctica generalizada en la región, que en casos como el de Venezuela con comprobada colusión de autoridades gubernamentales.

Fuente:https://es.statista.com/estadisticas/1315122/paises-latinoamericanos-con-mayor-volumen-de-produccion-diaria-de-petroleo/

-El camuflaje del dinero de las drogas con las remesas de los paisanos-

Si se observa un mapa del continente americano y se ubica en él, Sinaloa y después Ecuador, puede surgir la duda en la versión de que un grupo delincuencial del norte de México tiene la influencia suficiente para controlar una banda delincuencial en un país sudamericano que articula la operación de un negocio que se controla a más de 4500 kilómetros de distancia, la duda persiste hasta que se empiezan a conocer ciertos números.

En días pasados, un reportaje de Reuters exponía como las bandas de narcotráfico usan a un ejército de personas, tanto del lado de Estados Unidos como de México, para hacer transferencias de las ganancias de la venta de drogas de los Cárteles a través de los distintos servicios de envíos de remesas.

Tan sólo en 2022 el total de envíos de remesas reportadas por el Banco de México alcanzó los 58 mil 500 millones de dólares, cantidad muy superior al ingreso de divisas por exportaciones petroleras del país en el mismo año ($ 31 mil 089 millones) y más del doble de las que ingresaron por el concepto de turismo internacional ($ 26 mil 347 millones) en el periodo referido. La suma de divisas en turismo y ventas petroleras no alcanzan lo ingresado por el concepto de remesas en México.

Sin quitarle el merito al esfuerzo de los paisanos, el comportamiento del envío de remesas se vuelve muy irregular cuando se contrastan ciertos datos:

En el intervalo del 2018 al 2022 hubo un aumento de 25 mil millones de dólares en el concepto de remesas reportadas, esto es un incremento del 74% en tan sólo 4 años. Lo que no se explica en base al flujo migratorio de nuestro país a Estados Unidos que no ha aumentado, incluso presenta una tendencia a la baja desde el 2014. Autoridades tanto estadounidenses como mexicanas coinciden en explicar la contradicción en las cifras con el envío disfrazado de remesa del efectivo por la ganancia de la venta de droga en Estados Unidos de los cárteles mexicanos.

-Efectos en Latinoamérica, México y Sinaloa-

Es evidente el influjo en la vida cotidiana del mexicano del narcotráfico como elemento de definición de la realidad, en la inseguridad generalizada que se presenta en el país, la militarización de la estructura y las instituciones gubernamentales, pero no han sido tan exploradas las repercusiones económicas perniciosas, los desequilibrios que genera la entrada de un mercado negro tan grande de divisas a algunas poblaciones.

Observando los números macroeconómicos en la captación de divisas y como afectan al país, se puede entender mejor la inflación que sufren poblaciones como Culiacán, en donde sin existir el desarrollo de una industria boyante y por lo tanto no presentar una inmigración como polo de trabajo en la región, el costo de vida no coincide con sus indicadores formales de percepciones y actividad económica en la población. Al considerar que la ciudad es reportada como uno de los principales polos receptores de las falsas remesas del narco, se entiende el fenómeno económico donde existe un sector formal deprimido que convive con un alza de precios constante en la canasta básica, costo de transporte o bienes inmobiliarios.

Predios en venta o renta en el primer cuadro de Culiacán, la depresión económica es notoria en el centro de la ciudad que no coincide con un fenómeno inflacionario constante en el ramo inmobiliario como en el de consumo.

Los sinaloenses por décadas se acostumbraron a convivir con el fenómeno del narcotráfico, percibiéndolo como un benefactor de la condición de miseria de algunos de sus habitantes, sobre todo los pertenecientes a los núcleos de población más lejanos a los centros urbanos, como los pertenecientes a las zonas serranas. Después han sido testigos de como el fenómeno que degeneró a una condición de violencia sistémica de su tierra se ha extendido por todo el país. El día de hoy habría que preguntarse si no se ha vuelto ya un factor de inestabilidad para toda la región latinoamericana, debido a la exportación del modelo económico mexicano de balazos y billetazos.

Fuentes:

https://www.reuters.com/investigates/special-report/mexico-drugs-remittances/

https://www.eleconomista.com.mx/empresas/Familia-de-candidato-presidencial-asesinado-demanda-al-Gobierno-de-Ecuador-20230818-0068.html

https://es.statista.com/estadisticas/1315122/paises-latinoamericanos-con-mayor-volumen-de-produccion-diaria-de-petroleo/

https://www.census.gov/programs-surveys/cps/about.html

https://elpais.com/internacional/2023-08-10/dijeron-que-me-iban-a-quebrar-el-candidato-fernando-villavicencio-denuncio-amenazas-de-un-grupo-criminal-vinculado-al-cartel-de-sinaloa.html

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