Zona Mixta

Por: Alberto Camacho Sarabia.

Finales históricas.

Durante este muy movido fin de semana, pudimos ser testigos de acontecimientos muy importantes que sacudieron los libros de historia del deporte, en el fútbol americano, los Patriotas de Nueva Inglaterra lograron sobreponerse a un marcador adverso de 28-3 y remontaron un histórico duelo que sin duda será recordado por muchas generaciones; y, por su parte, la delegación mexicana en Serie del Caribe cayó en un muy cerrado encuentro ante los Criollos de Caguas, representantes de Puerto Rico, quienes se llevaron el campeonato del “Clásico Caribeño”.

 

Primero vamos con el Súper Tazón, el cual, con todo y el pleito existente entre los mexicanos y Donald Trump, fue visto por millones de compatriotas, quienes, al menos por tres horas, consumieron un producto muy estadounidense llamado “NFL”, y, reiterando lo dicho en el párrafo anterior, fue un duelo que pasó a la historia.

 

Normalmente cuando los Patriotas de Nueva Inglaterra llegan al “Súper Domingo” es un partidazo garantizado, y, en esta ocasión, no desentonó para nada, de hecho, tanto el espectáculo de Medio Tiempo a cargo de Lady Gaga, como el duelo en el terreno de juego, eclipsaron completamente a los últimos cuatro o cinco Súper Tazones de calle, la Edición 51 estuvo unos tres escalones por encima de lo que vimos antes.

 

La primera mitad del juego fue un dominio completo de los Halcones de Atlanta, los emplumados arrancaron a tambor batiente y aprovecharon la confusión inicial de Nueva Inglaterra para atacarlos a tal punto de dejarlos al borde del nocaut, un Matt Ryan, quien, en compañía de Julio Jones, hicieron lo que quisieron con una desconocida defensiva Patriota; parecía que el 28-3 era demasiada pieza para Tom Brady y su gente, quienes hasta el momento pasaban desapercibidos en el terreno de juego.

 

Y de repente, Brady recordó que es el mejor mariscal de campo en la historia del fútbol americano y comandó a Nueva Inglaterra hacia la historia, siempre escoltado por sus leales escuderos: Danny Amendola y Julian Edelman; los Patriotas poco a poco se fueron acercando en el marcador, y, cuando el juego moría, el partido se empató con 28 puntos por bando.

 

Los Patriotas habían logrado la hazaña, y por su parte, Atlanta vio cómo su ventaja casi definitiva se esfumó, se tuvo que jugar el primer tiempo extra en la historia de los Súper Tazones, mismo que fue de trámite, los Halcones ya habían doblado las manos y poco hicieron para detener una serie ofensiva que desembocó en el quinto anillo de Súper Tazón de Tom Brady, quien, a la postre, fue nombrado el Jugador Más Valioso del partido.

 

Con este duelo, reiteramos el por qué Tom Brady es el mejor jugador en la historia de la NFL, atrás quedaron los Joe Montana, los Dan Marino, los Vince Lombardi o los John Elway, el actual mariscal de los Patriotas es el único jugador que puede presumir cinco Súper Tazones en su palmarés, el argumento es más que demoledor para poder decir algo en contra de él.

 

Por su parte, los Halcones de Atlanta hicieron algo que se conoce como “cruzazulearla”, tenían el título en sus manos, pero en el último momento la dejaron ir, y del desenlace, mejor ni hablamos.

 

Así las cosas.

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Ahora, pasando al béisbol, la semana de la Serie del Caribe lamentablemente llegó a su fin, el equipo mexicano alcanzó su quinta final consecutiva en el Clásico Caribeño, enfrentándose a los Criollos de Caguas, representantes de Puerto Rico, equipo que llegó hasta la instancia definitiva tras haber ganado un solo partido en la fase “regular”.

 

Los boricuas no han jugado mal este Clásico Caribeño, simplemente las cosas no salieron en sus primeros tres duelos, sin embargo, dicen que “caballo que alcanza gana”, y los de “la Isla del Encanto” ganaron los partidos necesarios para el título: ganaron el juego necesario para calificar, aprovechando la mala actuación de República Dominicana; derrotaron a Venezuela en la final; y, contra todo pronóstico, le pegaron a México en su propia casa.

 

Fue un duelo sumamente cerrado y que se extendió a entradas extras; un encarnizado duelo de picheo entre el mexicano Héctor Velásquez y el puertorriqueño Adalberto Flores parecía no tener final; y cuando dejaron el encuentro, los relevistas seguían manteniendo tablas el encuentro.

 

México tuvo al menos tres oportunidades para poder llevarse el juego, sin embargo, errores de concentración a la hora de correr las bases, combinados con grandes aciertos a la defensiva boricua, mantenían el empate en la pizarra.

 

Dicen que estos juegos se definen con un error o un homerun; y así fue, un batazo muy bien colocado de Puerto Rico, aprovechando también un mal fildeo del jardinero Ronnier Mustelier, fue lo que abrió la puerta para que se anotara la única carrera del encuentro.

 

Por su parte, producto de la tensión del juego, la afición estuvo un poco callada tomando en cuenta la magnitud del encuentro, todo mundo prestaba atención a cada lanzamiento, y se entiende, pero sí hubo pasajes donde los gritos de apoyo a México retumbaron en todo el NUEVO Estadio de los Tomateros de Culiacán.

 

¿Puerto Rico es justo ganador? Ganaron los partidos importantes y jugaron buena pelota, terminaron la Serie del Caribe para .500 (tres ganados y tres perdidos), eso sí, no fueron más efectivos que México (cuatro ganados y dos perdidos), otra vez, ganaron los juegos clave.

 

Quizás lo que le pegó a México fue ese descanso el sábado, le cortaron la continuidad de tajo y eso se reflejó en una sola carrera anotada en 28 entradas jugadas entre el domingo y el martes, con dos derrotas y una victoria en ese tiempo.

 

Felicidades entonces a Puerto Rico, campeones del Caribe.

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Pasando al tema extradeportivo, Culiacán 2017 fue un rotundo éxito en todos los aspectos posibles para la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe, de entrada, esta Serie del Caribe rompió los récords de asistencia en la historia del evento, más de 130 mil espectadores se dieron cita en el Estadio de los Tomateros de Culiacán.

 

Asimismo, solamente en tres días se registraron más de 60 mil espectadores, cifra que representa la asistencia total a una Serie del Caribe en República Dominicana o Puerto Rico; qué decir de la venta de artículos relacionados al “Clásico Caribeño”, es increíble la cantidad de cachuchas y casacas que se vendieron en estos siete días de actividad.

 

De nueva cuenta, Culiacán deja la vara muy alta para la organización de este tipo de eventos, desde el aspecto deportivo, pasando por los espectáculos inaugurales y de clausura, asistencia promedio a los partidos, así como en la venta de souvenirs y comida, deja muchos escalones abajo a cualquier otra Serie del Caribe organizada.

 

Y eso que los Tomateros de Culiacán no pudieron ser los campeones de la Mexicana del Pacífico, si no, imagínese lo que hubiera sido del evento… Colapsa la ciudad.

 

Veremos cuánto tarda en regresar el “Clásico Caribeño” a Culiacán, sin duda han demostrado que hay capacidad para albergar varias ediciones por un largo tiempo.

 

Pendientes entonces.

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Con esto nos despedimos por hoy, le deseamos una buena semana.

 

Hasta la próxima.

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