22 de noviembre de 2021
César Velázquez Robles
La revocación de mandato –“ratificación de mandato” para el lopezobradorismo— está en marcha. Su andadura inicial ha sido tambaleante. Desaseada, por decirlo suavemente. Como dijo el ocurrente de Vicente Fox: hay más gente en la fila de las tortillas. Y es que sus promotores no entienden –o no quieren entender— que no hay un estado de ánimo en el electorado para ir a las mesas receptoras para demandar la realización de la consulta. Una gran mayoría de quienes no están de acuerdo con la gestión del presidente, entienden que fue electo para un periodo de seis años, y que habrá que esperar el llamado de las urnas para expresar con su voto el rechazo a quien consideren que encarna la continuidad de políticas que han sido desastrosas para el país. De algún modo lo expresaron ya en las intermedias, que son por lo general plebiscitarias, al darle una significativamente menor cantidad de votos, que impiden al partido mayoritario y sus aliados, la conformación de mayorías calificadas –dos tercios de los 500 diputados— para modificar la Constitución. Ciertamente, hay una corriente política de claro corte ultraderechista que parece estar convencido de que la consulta, es decir, la revocación de mandato de marras, puede ser la oportunidad para echar del poder al presidente, aunque no ha demostrado influencia ni capacidad de movilización para dar cauce a la inconformidad social que ya empieza a expresarse de diversas maneras.
Pero, decía, no hay emoción. Tengo para mí que, como lo escribí hace meses, los promoventes van a batallar para reunir los dos millones 758 mil firmas que son necesarias para convocarlas. Además, todo indica que están haciendo vulgares chapuzas. Fijémonos en lo siguiente: de acuerdo con datos recogidos por la periodista Aurora Zepeda, “A 19 días de iniciada la captura de apoyos ciudadanos para RM (revocación de mandato), los ciudadanos inscritos como promoventes, han acumulado 399 mil 374 firmas, de las cuales, 308 mil 771 si fueron encontradas en el listado nominal. El resto, con inconsistencias, en verificación.” Es un eufemismo para decir que se trataría de firmas falsas, que alcanzan un 23 por ciento de las firmas recopiladas. Adicionalmente, diría que los operadores de morena están cometiendo un gigantesco fraude, pues están convocando, a sabiendas de que se trata de un timo, a dar la firma para la ratificación de mandato del presidente, figura inexistente en la Constitución y en la ley secundaria correspondiente.
Morena hace lo que deberían estar haciendo las oposiciones
No hay en morena ni el más íntimo decoro. Están haciendo una chapuza a plena luz del día y no se ruborizan. Su publicidad es una engañifa total. Pero están haciendo todo lo posible por tensar los resortes de la organización para mantener vivo el movimiento. Se trata, sin duda, de una jugada que involucra a la presidencia de la República, al poder legislativo, a los gobernadores, alcaldes y los distintos niveles de la administración pública, para asegurar no solo esos casi tres millones de firmas para la convocatoria a la ratificación, sino ganar de calle el proceso mismo de ratificación del mandato presidencial.
Más allá del espectáculo grotesco que hoy ofrecen, creo que morena está haciendo justamente lo que deberían estar haciendo las oposiciones: preparándose para la movilización, convocando a su militancia, a sus cuadros, a sus distintos niveles de dirección, para dar la batalla en el espacio público: en las calles, en las plazas, en los centros de trabajo, en las universidades. Ahí, donde se gana la opinión pública. Explicando, dando razones y argumentos, explicando el escandaloso fraude que están poniendo en marcha desde el poder. Pero no. Está ausente del debate. Concentra su esfuerzo, lo cual es mucho decir, en el debate en el parlamento, en las instituciones, sin un propósito coherente, sin una estrategia sistematizada. En otras palabras, lo que hoy se advierte, es una oposición dispersa, que no conecta con la ciudadanía, que busca solo su sobrevivencia sin llegar a comprender que la única forma de mantenerse con posibilidades de éxito en la lucha por el poder político, está en la unidad, en la movilización.
A partir de hoy, en circulación la revista POLITEiA
POLITEiA, la revista del pensamiento político, a partir de hoy lunes 22 de noviembre, estará en circulación. Ha llegado ya a su edición 78, lo cual es motivo de enorme satisfacción para todo el equipo que se ha encargado en estos años de su sobrevivencia, pues una enorme cantidad de revistas apenas sobrevive a unos cuantos números. La revista ha logrado sostenerse y es sin duda ya una revista de referencia. Ello ha sido así gracias al respaldo de nuestros lectores y amigos, y a un grupo de muy valiosos colaboradores, académicos, investigadores, líderes de organizaciones sociales, culturales y políticas, cuyos ensayos han contribuido a elevar la calidad de nuestra deliberación colectiva y a ganar un espacio que garantice la libre circulación de las ideas.
Por eso, cada vez que sale a la luz pública, es un motivo de satisfacción para nosotros. Queremos siempre celebrarlo y por ello convocamos a nuestros amigos, a nuestros lectores, a apoyar este esfuerzo editorial que hacemos en Sinaloa. Modestia aparte, hay que decirlo, es una revista de excelente calidad, y queremos mantener alto ese listón, que nos permita estar presentes en el debate de las ideas.
En este número 78 publicamos colaboraciones de Arturo Santamaría, Ernesto Hernández Norzagaray, Carlos Calderón Viedas, Sergio Rosales, Inzunza, Arturo Lizárraga, Aarón Sánchez y Arturo López Flores, entre otros, excelentes plumas que contribuyen a entender y mejorar nuestra comprensión de la compleja vida pública nacional y estatal.